jueves, 6 de octubre de 2016

                                                                      ¿Que esta sucediendo?

Qué está sucediendo? Se lee y no se cree. Ayer la portada de los periódicos británicos situaban muy destacadamente dos frases a las que no estábamos acostumbrados  desde hace mucho tiempo en Europa: "Los empleos británicos  para los trabajadores británicos", "Las empresas deben entregar las listas de trabajadores extranjeros". Nos llegan de las filas conservadora del Reino Unido sino noticias de pulsiones de ruptura, de retroceso ideológico y de connotaciónes  discriminatoria. Hubo una votación - la del Brexit - que ha dado alas a las bajas pasiones de su prioridad nacional en tiempo de globalizacion  y precisamente en el país que tiene sin duda la capital más cosmopolita de Europa. Vamos a tener que llorar pensando en la fortaleza  de las sufragistas inglesas en la entereza de su clase obrera desde el Cartismo que pedía sufragio universal, parlamento anuales, votos secretos, suspensión de la obligación de ser propietario para ser miembro del parlamento, entre otras reivindicaciones, a la Sociedad fabiana del escritor Bernard Shaw, en la solidez de su intelectual, y en su resistencia  de su pueblo ante los bombardeos nazi para no perder la esperanza en uno de los pueblos más dinámico de Europa. Pero esos son los vientos que soplan con mas fuerzas. El aire de la Hungria de Orban a la Francia del Frente Nacional  o los derechistas  de Austria y los Paises Bajos no tienen nada que ver con lo que iniciaron  la Unión Europea. La crisis ha causado estragos por doquier.
Mucho ha tenido que ver también la escasa popularidad por no decir la impopularidad manifiesta de todos los de que cualquier manera nos representan en Bruselas. No se salva del rechazo ninguna institución, incluido el Parlamento Europeo. El colmo es la trashumancia entre Luxemburgo, Extraburgo y Bruselas, el inmenso gasto en traductores -lógicamente se seguirá manteniendo el ingles, aunque Gran Betraña abandone la Unión -, la minuciosidad de su reglamentaciones que deberían ser hechas  por parlamentos regionales en lugar de unos burócratas que "normativizan" hasta el desayuno de los españoles y el modo de tomar el aceite de oliva en las ventas de carreteras
de Sierra Morena.
Ahora piensan regalar un billete de Interrail  gratis a todos los ciudadanos comunitarios al cumplir los 18 años. El apoyo a la medida fundamenta en la finalidad de frenar el populismo xenófobo  y el
antieuyropeismo  haciendo recorrer miles de kilometros a los jovenes ¡Feliz viaje!.

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