domingo, 23 de octubre de 2016

                                                                PASTILLA DE LA HUMILDAD

El gobierno de Cádiz no puede ir a remolque de los acontecimientos. Ha de conocer el terreno que pisa si no quiere que la ineficacia y la parálisis se apodere de las instituciones que preside. No todos los concejales se implica en la misma medida y es el futuro de los gaditanos lo que tienen entre manos, por lo que conviene no despistarse. Los propietarios de los chiringuitos, por ejemplo no tendrían que temer la posibilidad de tener que cerrar en invierno por culpa de la burocracia. Todas las administraciones están  de acuerdo en que abran los próximos meses. Así que cuesta aún más entender cómo es posible que el Ayuntamiento no le haya dado tiempo a tener la documentación lista. El primer año pudo tener un pase, pero el segundo solo se puede hablar de ajedrez. No en vano, Cádiz, a pesar de que se le requirió en tres ocasiones, es la única ciudad de la provincia que no ha realizado los deberes a tiempo. Esto solo puede responder a la inoperancia  en la gestión - se dejo pasar un año sin mover un papel - y la falta de interés. Aunque siempre se puede apelar a la cortina de humo para salir del paso. Chiclana y El Puerto, sin ir más lejos, ya tiene resuelto el problema. Y lo que se preguntarán los hoteleros para que han servido tantas reuniones entre los tecnicos de la delegación  provincial de Medio Ambiente y los Ayuntamientos. La buena noticia es que hasta el día 31, el Ayuntamiento tiene tiempo para corregir este despropósito, por lo que no hay que perder la esperanza.
Este episodio alguien podría achacarlo a la mala suerte o a la cabra de la legión, pero la impericia del gobierno municipal también se plasmo este miércoles cuando esperó al último minuto para acoigerse a las ayudas que promueve la Diputación a través del Plan Invierte. En lugar de debatir con tranquilidad el destino de los 340.000 euros correspondiente a Cádiz, la Corporación se reunió en pleno deprisa  y corriendo para cumplir el expediente justo antes que la Diputación le diese el visto bueno. Cádiz no se vio privada de unos fondos que le viene al pelo casi de milagro, y luego algunos se extrañan de que volaran los 15 millones de las ayudas europeas que se iban emplear en remozar los barrios mas necesitados. Si los delegados municipales fuesen tan ágiles en su gestión como al modificar el organigrama técnico para colocar a sus cargos de confianza, a lo mejor hoy se evitarían disgustos. Pero la impresión es que algunos - a los que le vendrían bien una pastilla de humildad cada mañana - aún se pierden en el puente de mando de una nave que cuenta con mil tripulante. Podemos ya lleva año y medio en el poder y ha de saber que los problemas no se resuelven por arte de magia. Sin impulso político, sin liderazgo y la capacidad, es muy complicado que avance la maquinaria máxime cuando hoy los funcionarios están a verlas venir  ante los constantes movimientos de silla. El ambiente enrarecido unido a una falta de una directriz clara evita de ponerse en un plan serio justo porque es el Gobierno local el que ha de llevar la iniciativa, le conviene centrarse en su proyecto e impulsar sus ideas cuanto antes, salvo que prefiera dejarlo todo para más tarde, claro estas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario