El secretario general del PSOE Pedro Sánchez en vez de asumir responsabilidades por el nuevo batacazo de su partido en Galicia y País Vasco, donde ha cosechado también los peores resultados de su historia y sufrido el "sorpaso" a manos de Podemos, a anunciado su intención de convocar XXXIX congreso federal para el primer fin de semana de diciembre y primaria para la Secretaria General el 23 de octubre. Se trata de una huida hacia adelante y de un sinsentido político en unos momentos en que el país lleva casi un año sin Gobierno y no se sabe si, como lo mas probable, se celebrará unas terceras elecciones generales el día 18 de diciembre. Con este anuncio, Sánchez incumple el acuerdo adoptado el pasado mes de febrero de que no se celebraría un congreso federal
en realidad no dar tiempo a sus "barones" críticos a organizarse y a plantearse una alternativa que le dispute el liderazgo del PSOE. En particular va dirigida a Susana Díaz, que tendra que renunciar a la presidencia de la Junta da Andalucía para disputarle el puesto y dar el salto a Madrid. El plan de Sánchez ni siquiera tiene visor de resolver la crisis interna socialista ya que si se saliera con la suya y fuera reelegido secretario general, en caso del que el PSOE sufriera otro descalabro en las probables elecciones de diciembre se encontraria con un lider renovado por cuatro años pero amortizada por los votantes.
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