lunes, 31 de octubre de 2016

                                                                    El desafío de Sánchez

El desafío de Sánchez desata la batalla por la fecha del congreso del PSOE.
El ex líder socialista pide "mas entendimiento con Podemos" y respeta a Susana Díaz que "si quiere gobernar el partido tiene que dar un paso al frente" - Ferraz rechaza adelantar los plazos.

El desafío lanzado por Pedro Sánchez  de volver a presentarse a las primarias para recuperar la Secretaria General ha supuesto otra sacudída en la división que sufre el partido y ha desatado la batalla por la convocatoria del próximo congreso federal, en el que se tiene que elegir la nueva dirección. El emplazamiento de Sanchez  a que la gestora que le relevó  al frente del partido ponga de forma inmediata "fecha, hora y lugar"  al congreso a irritado al sector ahora oficialista, que acusa al ex líder del PSOE de pretender agrandar la fractura que hay en la organización. Sánchez considera que una vez formado el Gobierno no hay excusa para que la gestora que preside Javier Fernandez  cuyo principal cometido es preparar la asamblea dilate los planes para que el Comite Federal rectifique la fecha.
El ex líder del PSOE, que ayer lanzo en su web una campaña de inscripciones para "recuperar y reconstruir" el partido, insistió en una entrevista en la sexta en que "si Susana Díaz quiere gobernar el partido tiene que dar un paso al frente y presentarse al congreso". "El socialismo andaluz tiene que reflexionar sobre su papel en el partido a nivel nacional, como factor de estabilidad", agregó Sánchez, que también se refirió  a la necesidad de que el PSOE busque "más entendimiento y colaboración con Podemos". "He cometido errores: en el primer Comité Federal taché a Podemos de populistas. No sabia exactamente qué era Podemos", admitió.
Sin embargo, Ferraz no está por la labor de atender el órdago, ni de programar el congreso ante de la próxima primavera, aún a costa de que esta postura tense las relaciones entre los dos bloques del partido. El 39 congreso ordinario, que sucedería el celebrado en febrero de 2012 que eligió a Alfredo
Pérez Rubalcaba se convocó de hacho a finales del pasado enero. Pero en abril, con el consenso de todas las federaciones, del Comite Federal lo aplazo hasta que se desbloqueara la legislatura, razón por la que los sanchistas exigen ya poner fecha. También alegan que tras la disolución de la anterior Ejecutiva Federal debido a la rebelión de los criticos, la gestora tiene la obligación de preparar un congreso extraordinario, en vez de un ordinario como quiere ferraz.
Ambos van precedido de primaria, pero la diferencia es que el primero se convoca con menos  margen de antelación -como mínimo 40 días, en vez de 60- y sólo elige el secretario general y a la dirección , sin aprobar la ponencia -marco, el catálogo programático  del partido para los siguientes años.
Para el PSOE andaluz "no tiene sentido uno extraordinario, cuando por estatuto ya toca uno ordinario". Lo que "toca ahora es hablar debatir, ver las propuestas...para que haya mayor unidad en torno a una postura", sostiene la federación mas poderosa en su empeño en "coser" el partido. 
"¿Vamos a hacer el congreso cuando lo diga el (Sánchez)? no y, además no va a ser pronto. No hemos echo todo esto para acabar donde estábamos", se sincera un veterano diputado para justificar que el golpe que acabó con su dimisión  no puede de ninguna manera concluir eligiéndole de nuevo secretario general.
Los contrarios a su vuelta admiten que  si se celebrasen ahora las primeras, volvería a ganar, por lo que ven preciso estirar los plazos para rebajar la ímpetu con el que Sanchez pretende volver a hacer campaña entre las bases "No se puede tener el arco permanentemente tensado", apunta uno  de los detractores para hacer ver que el paso de las semanas irá disminuyendo sus fuerza , lo que corrobora otro diputado: "El efecto Sánchez dura un mes".
Similar diagnóstico hacen los afines al ex secretario general a la hora de concluir que si el congreso no fuese en breve, "ganaría Pedro, porque la militancia esta encendida" tras la abstención a Mariano Rajoy y le daria su respaldo. Por ello, se van a volcar en meter presión a la gestora, a la que advierten de que "si busca una triquiñuela para retrasarlo, puede romper el partido", según analiza a Efe uno de los cargos más próximos al ex líder del PSOE.





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