POLITICA

El primer Debate sobre el Estado de la Comunidad en dos años traza de nuevo dos escenarios contradictorios sobre Andalucía.

Díaz presume de estabilidad y de un pacto que C"s niega.
NACIONAL - La presidenta dedica parte de su discurso a allanar la abstención del PSOE.
REPROCHE - Marín le afea que dé ya por asegurado el apoyo a los presupuestos, aún sin cerrar.
OFERTA - Las próximas cuentas incluirán  5.500 nuevas plazas de empleo público.

El esperado Debate sobre el Estado de la comunidad, el primero que se somete Susana Díaz desde septiembre de 2014, confirmo en su primera jornada ya augurado: hay en apariencia dos Andalucías, la del terreno próspero abonado que que defiende el Gobierno autonómico y, en las antipodas , la de las promesas incumplidas que denuncia la oposición con mayor o menor virulencia en función de quien se daba al estrado. Por ahí discurrío el examen a la gestión de la junta, pero también planeó sobre el hospital de las cincos Llagas la obligada referencia al desbloqueo de la Gobernabilidad de España. Eso y un paquete de nuevos anuncios y promesa de la presidenta que deberá  ver la luz en los próximo meses "¿como puede prometer tanto si no paga ni cumple nada?",
le llegaría a replicar Juanma Moreno en su turno de palabras. "No no escriba más cartas a los Reyes Magos", recomendaría también Juan Marín.

La palabra clave que se esperaba que saliera de la boca de Díaz era "estabilidad". Ha presumido de ella en Andalucía, su feudo, frente a la precariedad del último año de ejecutivo en funciones en Madrid y ayer tocaba presumir de ello. Lo hizo por duplicado : por la recién asumida posición de abstención del PSOE y por lo logrado su juicio, desde que C"s la apuntalo en San Telmo en el verano de 2015 - Para lo primero el arranque de su discurso Díaz se  calzo el traje de estadista hasta proclamar que "no tener a estas alturas un Gobierno no es serio" y es "un peligro para los ciudadanos". La abstención en el congreso ya no tienes vuelta atrás. 
A partir de ahí  tras casi 20 minutos de referencias nacionales, la presidenta pisó de nuevo terreno regional. Con reproches calcado de otros debates (al PP por la financiación autonómica y los recortes de los últimos años) y la satisfacción  de quye los terremotos políticos nacionales no se reproducen al sur de Despeñaperros. Le lanzo el guiño a Ciudadanos por eso, con agradecimiento explicito, pero en ese punto quizás se extralimitó. Lució el logro de los Presupuestos de 2016, aprobados en su día con relativa facilidad, y avanzo que los de 2017 correrán idéntica y feliz suerte. 
Tan convencida está que dio por hecho desde el atril el "principio de acuerdo" con la formación naranja, y por tanto el decisivo voto a favor por segunda vez consecutiva. Juan Marín, el líder de C"s en Andalucía, había desvelado hora y media antes el "avance"  pero a la salida de la Cámara le afeó que lo diera ya por cerrado. A media tarde se lo volvió a puntualizar a la presidenta cuando se colocó frente al micrófono: "firmaremos o no, porque ya veremos cómo se porta usted en la negociación", le retó.
PROMESA DE EMPLEO
Díaz se presento en el Parlamento con una batería de promesas bajo el brazo. La más atractiva es la comunidad con la tasa de paro más elevada de España fue la nueva oferta de empleo publico. En concreto  2.300 nuevas plazas en Educación y otras 2.500 en Sanidad que sumadas a las que arrastran de años anteriores como la de la administración  General de la Junta elevará hasta 5.500 el volumen de nuevos funcionarios. Se acelera además durante la primera mitad del próximo año la tramitación la ley de Buen Gobierno y el Estatuto de Altos Cargos para "legitimar lo publico". En los Presupuestos que C"s no ve cerrado crecerán ademas las partidas de Educación Sanidad y Servicios Sociales.
En casi la hora y media de discurso de Díaz  hubo tiempo para alertar sobre el secesionismo  catalán y prometer ayudas a empresas que no convencen a la oposiciónsusana diaz