SEGUNDO DÍA

Que el presidente del Gobierno actúe  como jefe de la oposición  -con preparados aplausos incluidos  a su llegada al hemiciclo- no es frecuente en ningún país del mundo. El discurso de Mariano Rajoy ha sido una intervención durísima, con  la firme pretensiones de dejar en vivo ridículo al candidato Sánchez. Un bluf según Rajoy. Malos mimbres para quien luego pide una gran coalición que no se producirá.  De comedia de enredo a palos al agua la conclusión  de Rajoy era clara: "Yo no podia porque usted, no quería" era la sentencia a Pedro Sanchez soñando un pacto.
La dura acusación de Rajoy a Sánchez desmantelar lo regresivo de sus reformas era un misil contra toda la artilleria que Podemos con sus tres portavoces, el cuarto, Compromis, se fue al grupo Mixto 
- llevaba para hundir desde la otra banda al candidato del PSOE que desde el centroizquierda ha pactado con el centroderecha de Ciudadanos para ocupar el centro del tablero político español que solo las cada vez más próximas elecciones despejarán.
Iglesias que demandó el CNI, la policia,la defensa y los resortes del poder del Estado como condición del pacto desenterró su hacha de guerra contra todos. Desde la cal viva al gran franquista
de los fundadores de Alianza Popular al maquiavelismo de Rovira no quedó títeres sin cabeza. Y España sin pacto posible. El Rubicón  de las elecciones ya está pasado y su discurso era el anuncio de que sus ataques son contra el PSOE, el PP estaba muy a gusto."Yo no traiciono a mis gentes" y le tendió la mano a Sánchez con una sonora bofetada reotractiva en nombre propio y el de Julio Anguita y Gerardo Iglesias. El zasca de Sánchez con el recuerdo del asesinato por ETA del concejal 
socialista Isaias Carrasco fue determinante de sensibilidades distintas. El otro fue su negación absoluta a la secesión  como derecho de las autonomias españolas. El "Uds, pueden pero no quieren" acabó el debate.
Albert Rivera -denostado como naranja mecánica- se centro en la defensa de un acuerdo que lo ha puesto en el centro de la política de cambio. Es una suerte para su partido. Las urnas darán y quitarán razones.