El abandono del anillo ferroviario de Antequera es un ejemplo del uso de fondos de la UE en iniciativa de un recorrido más que cuestionable.
El abandono del proyecto del anillo ferroviario de ensayos y experimentación con trenes de alta velocidad (CEATF) en Antequera es un ejemplo mas de cómo se ha pretendido utilizar los fondos europeos en iniciativa cuyo recorrido es más que cuestionable. Nacido en medio de una fortísima contestación por parte del sector primario y ecologista de la zona desde que comenzaron a colocar los enormes pivotes que ahora cruzan buena parte de la comarca con vías vacías, desde su inicios ha
sufrido los vaivenes financiero según cambiaban los términos del marco europeo del que se iba a extraer los fondos: si al principio seria el sector publico el que correría con el 80 por ciento del coste, los cambios de la UE, que impiden que sus fondos se destinen al sector privado pusieron en cuestión un proyecto que el actual Ministerio de Fomento considero "un despilfarro" desincentivando aún mas las empresas que podían ver atractivo el proyecto, paralizando las actuaciones que ya habían movido a algunas sociedades a instalarse en la comarca y terminando en la decisión de la comisión de no aportar los 253 millones que la Unión tenia previsto invertir en el CEATF. Al margen del cruce de acusaciones entre los partidos políticos es obligado a las administraciones que ante de abordar proyecto megalómanos estudie no solo su financiación sino su
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