jueves, 31 de marzo de 2016

                                                                      NOTARIOS

Para muchos bancos y empresas de telefonía, el valor de los registros de moroso no reside tanto en la veracidad de la información que contienen, con el miedo de que puede provocar a los consumidores acabar en ellos.
En el 2010 mi cliente Paco, de Cádiz de toda la vida se llevó a otra entidad la hipoteca que tenia con Unicaja, pero la oficina le mantuvo abierta su cuenta corriente y continuó cagándole el seguro multirriesgo hogar que en su día vinculo al préstamo. Paco se negó a pagar con el argumento de que había dado orden de cancelar ambos contratos. La entonce Caja de Ahorros (hoy banco) no quiso jugársela demandándolo para que fuera un Juez quien decidiera si la deuda era o no exigible, sino que lo incluyó  en los servicios de morosos Asnef-Equifax y Experian Bureau de Creditos como mecanismo de presión. Ante esto, Paco si fue a los tribunales. Y perdió. Recurrio ante la Audiencia de Cádiz y volvió a perder.
Pero recurrió de nuevo, al Tribunal Supremo en una Sentencia de marzo del 2013 el Supremo indica que Unicaja conocía que "la deuda era de veracidad dudosa y existencia controvertida". Ante esto,
advierte que "la inclusión en los registros de moroso no puede ser utilizada por las grandes empresas para buscar obtener el cobro de cantidades que estimen pertinente, amparándose en el temor al descrédito personal y a la denegación al acceso del sistema crediticio que supone aparecer en un fichero de morosos, evitando que con tal práctica los gastos que conllevaría la iniciación del correspondiente procedimiento judicial, muchas veces superior al importe de las deudas que reclama".
Acudir a este método de presión y chantaje -representa una intromisión ilegítima al derecho al honor
de Paco, por el desvalor social que actualmente comporta estar incluido en un registro de moroso y aparecer ante la sociedad y la multitud de asociado de estos registros como moroso sin serlo que hace desmerecer el honor al afectado directamente a la capacidad económica y al prestigio personal de cualquier ciudadano, entendiendo que tal actuación es abusiva y desproporcionada, pero desgraciadamente harto frecuente.
Así que el Banco acabó siendo condenado a abonar a Paco 7.000 euros en concepto de indemnización por los daños morales causados y garantizar que su nombre saliera de los ficheros notificando la cancelación de los datos de los registros a todas las personas a quienes se hubiere comunicado o cedido.
Este articulo es un AVISO DE NAVEGANTES para todo aquel que se haya visto en una situación parecida de forma totalmente injusta y cuyos derechos civiles hayan sido conculcados. No en vano SU SAN GEORGE decía "Cuando la gente tiene algo que perder, siempre surge el miedo. Y el
sistema capitalista sabe manejar a la perfección ese miedo de los ciudadanos.

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