miércoles, 20 de abril de 2016


La presunta trama de extorsión Manos Limpias-Ausbanc, desarticulada el pasado viernes y adelantada por ABC, nació con el caso Blesa, en el año 2013. Luis Pineda, presidente de Ausbanc, tenía gran interés en la denuncia que Manos Limpias había interpuesto contra el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, que estaba en manos del juez Elpidio Silva. Según relatan a ABC fuentes de Manos Limpias, Pineda y Bernad, «camaradas» que provienen de movimientos ultraderechistas, se reunieron varias veces ypactaron la colaboración entre ambas organizaciones.
El presidente de Ausbanc, que cuenta con extraordinarios recursos económicos -su entramado de asociaciones y empresas ingresa entre diez y quince millones de euros anuales- ofreció al líder de Manos Limpias costear todos los gastos corrientes del sindicato: unos 3.000 euros mensuales para pagar el alquiler de la sede -una oficina en la calle Ferraz (Madrid)- el sueldo de la secretaria y los gastos fijos de teléfono, electricidad y agua.
Bernad recibía el dinero en metálico y no lo documentaba. Como desveló ABC, Manos Limpias ni siquiera tiene una contabilidad oficial. Bernad recibe los pagos en metálico y los distribuye a su libre albedrío. «Todo es dinero negro», informan a este diario excolaboradores de Bernad. En ocasiones también se registraron transferencias.
La primera contrapartida que recibió Pineda a cambio de costear esta infraestructura básica fue convertirse en el abogado de Manos Limpias en elcaso Blesa, la compra de un banco en Miami por parte de Caja Madrid. Pineda compartió esta tarea con Virginia López Negrete, la jefa de asesoría jurídica de Manos Limpias y portavoz de la organización. La colaboración y sintonía entre Pineda y López fue «total», sostienen fuentes de Manos 

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