viernes, 29 de abril de 2016

caricatura de ladrones

                                                                SE CONVIERTE EN LADRONES

Nuevamente otra obra del escritor austriaco Stefan Zweig me llevo a un pensamiento que me va calando hasta los huesos. La rareza se encuentra en ser testimonio y ejemplo de un estilo de vida donde el "todo" es saber aproximarse al "nada". No me refiero al despego de lo humanos y material, sino a la fortaleza de valorar lo que somos y tenemos. Ser y estar, sin exentricidades que nos complique, que nos quewbrantes la estabilidad y el equilibrio personal y ajeno. Sin dejar una huella corrosiva que va a pasos agigantados deteriorando lo que se encuentra en su trayectoria. En la novela "La piedad peligrosa" o "Impaciencia del corazón" hay párrafos que parecen titulares y escaletas de una tremenda actualidad: "Es inútil no hay remedio, cuando notan que hay dinero todos se convierten en ladrones". Hace referencia a una propiedad, a un castillo, pero es extrapolable,  a la situación actual, la miseria de quienes se aferran al estatus. Fijémonos en los diferentes Gobiernos. Las continuas legislaturas se ven manchadas por la corrupción política, vendiéndose a los mejores postores que amansa el capital aunque tengan con ello que diezmar "todo lo creado".  El día internacional de la Madre Tierra se pretende volver a la armonía y la convivencia respetuosa con la con la biodiversidad , denunciando los efectos nocivos de la contaminación , que solo es producida por el egoísmo humano. Los seres humanos "son feroces, cuando se trata de dinero". La Tierra sigue protegida por voces minoritaria que saben agradecer a tiempo, lo que nos da. Actúan con lecciones bien aprendida, con la sabiduría que advierte entre la escasez de los recursos naturales, y por lo tanto, con la urgencia de su conservación  y protección. El mercado nos sigue indicando que la 
"novedad material" es un bálsamo que nos hace sentir mejor. La "felicidad" es un reclamo, el anzuelo que nos atrapa se ha convertido en el "producto estrella", esa pieza "única" que parece concluir el puzle. En nombre de ella, acumulamos destrozamos arrinconamos... Consumir, es un tajo permanente, que nos libera de los pensamientos trascedentales para navegar en aguas menos profunda. Esta crisis de larga duración quizás nos ha obligado a detenernos en esta cuestiones, una
mayor austeridad y preservación de lo que tenemos y producimos. Pero, a la mínima, volverán a hipnotizarnos con los eslóganes que se ha ido reproduciendo cíclicamente. La Tierra está harta del hedonismo humano de la prepotencia con la que dominamos, de la irracionalidad con la que se decide conjugar en todas las formas el verbo "destruir". Es evidente que la voluntad política mundial acata los imperativos de los seres-ladrones éstos, reinan y gobiernan. Estos, aniquilines...invirtiéndolo y negociando con sus desfilias. Edifican sus "castillo" personales y los amurallan. Con la suerte de que sean o no cogidos, han conseguido sus fines y el coste ha sido insignificante. La mayoría ¿seremos cómplices o sabremos cómo actuar? Que deje de repetirse el cuento de lobos y corderos.

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