Y JUGAR A VIVIR

"Y jugar a vivir y jugarse la vida y volver a vivir por la causa perdida", una y mil veces podria repetir la frase de ésta magnifica canción  de Toni Zenet, y es que parece que las causas perdidas son las que mejor sirven para caminar, las que hacen que la vida tenga un sentido mucho mas intenso, esas que la rutina rompe con la monotonía inhumana. Me jugaría, la vida y la volvería a vivir, si la perdiera en el intento, por esas causas perdidas que los que manejan los hilos de nuestra conciencia tildan sin ningún rubor de excéntrica o extremistas. Lo que ocurre hoy en día en nuestro entorno, en nuestra forma de vivir manipulada por aquellos que utilizan la doble moral para indicar lo correcto e incorrecto, nos hace culpable de sus propios errores, cuando ellos mismos emiten sus juicios de valor, estimando lo bueno y lo malo, sentando cátedra y buscando el oportunismo certero de la noticia tremendista  para abrumar y arrasar con todo lo que el pensamiento libre y esa causa perdidas, buscan para mejorar la calidad de vida de los comunes y no sólo de unos pocos. Hoy un estafador y extorsionador  económico tiene mejor consideración  que un trabajador que haya luchado por buscar un bienestar para los trabajadores, por ejemplo, del campo. Hoy se apresa  ante un sindicalista que a un banquero que en sus manos ha tenido la vida y la muerte de las familias que han ido acosando con sus cuotas abusivas de hipotecas y prestamos usurero. Por eso prefiero a aquellos que siguen jugándose la vida por nosotros, luchando por esas causas perdidas, que son las únicas que que no pierden de vista el camino de los que peor lo pasan. No quiero políticos sentados y apoltronados ajenos a la vida real, no quiero periodistas vividores del régimen que nunca estuvieron atento a los cambios, no quiero a los borregos adoctrinado por argumentarios zaafios y facilones  del partido que usan toda la parafernalia a su alcance para intentar alcanzar ese puesto soñado, eliminando a los críticos de un plumazo. Por eso voy a seguir jugando a vivir y jugándome la vida por mucho que pierda, por mucho que me ataquen, al final, creo que es la única manera de vivir viviendo y de estar acorde con el pensamiento, con la propia filosofía de uno, sin imposiciones  y dejando a esos mamarrachos extorsionadores del pensamiento y de la economía a la altura de su dinero, porque eso será lo que valgan, su podrido dinero robado de los que han hecho de sus vidas toda una frustración personal.