miércoles, 13 de abril de 2016

                                                        CARTA A UN SOCIALISTA VETERANO

Estas navidades me dijiste que habías votado a Podemos. No me extraño en absoluto, hace años que te conozco y sé que en ti, como en gran parte de los filosocialistas de mi generación  nunca ha dejado de existir la pulsión anticapitalists y el revanchismo guerracivilista, y todo ello a pesar de que tu familia formó parte de los vencedores, y bien que lo disfrutasteis.
Esa pulsión radical, desde luego nada tiene que ver con tu vida burgesa y tu propesridad material, a la que todo el mundo tiene derecho, pero que tan contradictoria resulta con tu discurso. No pasa nada porque vengas de una familia franquista de rango,  los hijos no son responsables de lo que hacen sus padres, y ademas, al fin y a la postre, quizás aún peor hubiese sido la victoria del bolchevismo. Me da la sensación de que hay un complejo no resuelto en tu actitud, dada esa procedencia franquista, agravado además por el hecho de que no interviniste en la lucha contra la dictadura más allá  de tres anécdota  de facultad, o lo hiciste a toro pasado, y no como otros amigos con los que te criaste a los que sí me encontré en la clandestinidad, algunos desde muy jóvenes.
Tal vez por eso te incorporaste al antifranquismo retrospectivo años después de la muerte del dictador con una fuerza inusitada para lo que ya se necesitaba, que era nada. El caso es que ese hecho, lejos de perjudicarte, te dio una estigma progre que te ha ayudado a vivir muy bien en los ultimos 30 años en forma de ventaja profesionales, influencia social, o pecunio , al haber formado parte de la estructura de poder político -funcionarial- mediática andaluza. Casualmente ahora que esa red clientelista del PSOE comienza a resquebrajarse (y tú ya has extraído todo el provecho de ella), te pasa a Podemos.
Como verás, ni tu ni yo hemos cambiados tanto como dicen las gentes: tú sigue siendo un pijo, o un 
"pijipi", que toda la vida has ido a favor de la corriente; yo, tonto de mí, siempre he estado al margen o en contra del poder, sobre todo el de pelaje totalitario de uno u otro signo, primero contra el franquismo, después frente a la ocupación  de la sociedad andaluza por el PSOE, y ahora en la resistencia constitucional a la barbarie neocomunista que, ojalá no, puede gobernar España.
           Sigue con salud.


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