jueves, 11 de agosto de 2016

                                                                ¡OFÚ QUÉ CALOR!

Hay que ver el veranito que llevamos. No me refiero al mamoneo político que nos estas haciendo pasar los aspirantes al mangoneo; prefiero que olvidemos los asuntos en los que no tenemos arte ni parte a pesar de que sigamos siendo los que costeamos todas las perdidas.
¿Pero qué me dices del feo que la nieta del taxista le ha echo a tita Pi en la celebración de sus 
80 cumpleaños? Conste que no aspiro a ser un Peñafiel de tercera división pero estas cosas duelen, sobre todo para los qué si ser monárquicos -ni budista, ni mormones- creen qué una cosa son las inquinas personales  y otra la educación  en el desempeño de las obligaciones protocolarias aunque
caigan contramano.
Por decir algo, se hecha de menos el celo que alguno reyes (pocos, es la verdad) ponían en ganarse el amor de sus pueblos. Posiblemente este sentimiento nunca existió pero a lo largo de la historia los
cortesanos se empeñaron en resaltarlo aunque fuera mentira y por seguir mamando de la teta.
Tuvo que llegar el sublime Fernando VII para que el pueblo se desengañara...a medias; si no de qué
le habrían dedicado la Constitución del Doce ¿comprende señora Condesa porque es imposible creer
en las bondades de los monarcas y, en general, de los humanos que jamas han dado puntada sin hilo? Creo que llegar a ser escéptico en una carrera lenta y costosisima, sobre todo si de monarquía se hereditaria se trata.
Cuando Franco nombró a Juan Carlos su heredero y éste juro los Principios Fundamentales del
Movimiento, o era mentira que en España había demócratas de toda la vida o muchos pensaron que
mas valía copa de vino en la mano que bodega en fotografía. Posiblemente los antecedentes de los leídos y escritos no fueron suficiente para rechazar el contubernio y que las herencias, por muy coronadas que fueran, no dejaban de ser pucherazos. Se explica pues que el 23F se orquestara como pretexto. Tendrían que haberse acordado de Calos II- llamado piadosamente "El Hechizado" cuando
en realidad fue un carajote integral  dada la consaguinidad de sus antecesores- digo que ya podria
haber servido de vacuna para todas la generaciónes hasta nuestros días. Después de el llegaron los
Borbones y parió la abuela.
Pero no ahondemos en nuestros dramas irresolubles y fijémonos más en lo reciente, en lo superfluo, en el día a día que, a la postre, marcan los futuros. Por ejemplo en el ultimo desplante de la consorte o que el rey se avenga a que un fulano, en acto oficial se cuele en mangas de camisa en ara de no se sabe qué libertades.
No sé ahora, pero en la bolsa de Madrid -palacio real de lo bursátil -no se podia entrar sin chaqueta ni corbata, así como en muchos restaurantes coronado de tenedores. Y conste, no hay que remontarse
a los tiempos de Cánovas; uno, en su modestia, lo ha vivido en sus propias carnes.
Claro que lo de tita Pi y lo del progresista sin chaqueta...Es triste. Este país ha terminado siendo lo que profetizó Machado "España de charanga y pandereta, cerrando sacristía, devota de Frascuelo y María, de espíritu burlón y de alma quieta, ha de tener su mármol y su día". Y este día llego hace mucho.
   ¡Ofú qué calor!.

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