martes, 30 de agosto de 2016

                                                         LOS GRANDES OLVIDADOS DEL VERANO

Lérida es su destino actual y Navarra lo será posteriormente. Pero ya a finales de septiembre, volverán a su residencia habitual, a Huelva, donde tienen su hogar de forma precaria  chabolas de madera, plástico, cartón y chapas. Están repartido en los 38 asentamientos que hay por toda la provincia onubense, formando pequeños grupos de infraviviendas, pero también nucleos importantes que podrían  competir con alguna aldea en tamaño. En total, más de 7.500 personas habitando  durante el año estos poblados, en estas condiciones insalubres , en constante peligro y sin soluciones a que le saquen de ahí.
La situación de los inmigrantes en la provincia de Huelva es un problema enquistado hace años. Llegado por la llamada de la pujante agricultura onubense, miles de ellos se han establecido definitivamente en los municipios costeros que lideran la producción  fresera europea. y una buena parte no tiene nada mas que para subsistir en chabola instalada en paraje delnextrarradio poblacional , en finca o en las traseras de polígonos industriales. Otros optan por este medio de vida para gastar lo imprensidible para comer y enviar el máximo de dinero posible a sus familias, en sus países de origen. Yasí se llega a que se asiente finalmente una población flotante de mas de 7.500 inmigrante, con y sin papeles que regularicen su situación en España. Es el dato que deja al sindicato CCOO. Huelva, tras un trabajo de campo realizado en mayo pasado en la provincia.
 Ese estudio propio finalizo  entonces con sendos escritos a la Subdelegación del Gobierno, la Delegación del Gobierno de la Junta la Diputación de Huelva y distintos ayuntamientos de municipios con asentamiento de chabolas."Pero no se ha hecho nada" aseguro ayer a este periodico el responsable de Inmigración  del sindicato en la provincia onubense, David Díaz que aporta todos los datos recopilados. El Foro Provincial de la inmigración trato este tema en su ultima reunión, a primero de mayo pasado. Mas cifras salieron en ese encuentro intersectorial  y algunas propuestas de trabajo, pero sin medidas concretas para paliar la situación  que se mantiene años tras años con las chabolas. 
"Hay un grave problema que debe ser atendido, porque estamos hablando de una población que si en vez de estar repartida en 38 asentamientos estuviera concentrada en uno solo seria mayor que 61 pueblo de la provincia" subraya David Díaz. "Mas habitantes que en la mayoría de municipios onubenses y sin luz y agua", El dato de CCOO supera los residentes en el 77% de los municipios onubenses. Pero carita aseguro en marzo que los temporeros chabolistas son 1.800 y el Defensor del Pueblo Andaluz que estudia el estados de los asentamientos cita un dato previo  d 2.000. En la citada ultima sesión  del Foro Provincial de la Inmigración  se aportó otra cifra 2.500. Vamos que en el cálculo más conservador se aprecia una población extranjera en chabola superior al padrón  municipal  de 33 de los 79 municipios onubenses. Considerable para que las administraciones encuentren soluciones inmediatas,en cualquier caso.
Díaz apunta en nombre de su sindicato la conveniencia de que al menos se tomen medidas de urgencias, muy indicada en este periodo estival por el descenso puntual del número de chabolistas en la provincia. Directamente indica que es necesario que los ayuntamientos acometan el arreglo de los caminos de accesos a los asentamientos que suelen plantear dificultades a los servicios de emergencias sanitaria y de incendios
"En estas fechas están llenos de pastos, que suponen un gran peligro por el riesgo de fuego. Pero en otoño llegan las lluvias y estos caminos se llenan de fango que complica mucho la entrada de vehículos, ya sean ambulancias o camiones de bomberos" , explico Díaz.
Distintos siniestros se ha producido en asentamiento. El ultimo de mayor relevancia  en Palos de la  Frontera, en julio, aunque, por fortuna, con la  asiduidad  de los dos años anteriores. No por ello, sin embargo, se debe descuidar la labor de prevención , por las condiciones especiales, precisamente, que se dan en las chabolas.
"Los plásticos utilizado en las construcciones hacen el efecto lupa y puede provocar incendios. Y los demas materiales utilizados dan todo tipo de facilidades para que se propaguen las llamas. no tenemos que lamentar daños personales pero el riesgo es real. Y éste es el mejor momento, antes de que acaben las campañas de la pera en Lérida y del esparrago en Navarra". Entonces los asentamientos volverán a su máximo de ocupación, a la espera de la campaña de plantación y el paso del cambio de año. Seguirán ahí esperando la solución que nunca llega,







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