martes, 23 de agosto de 2016

                                                                   VENIRSE ARRIBA

Después de las elecciones del pasado 26 de junio algo cambió en el Partido Popular andaluz, y algo no menor: su líder empezó a creerse que era posible dar el vuelo en la región y que en las próximas elecciones autonómicas puede que no esté todo perdido. Un cambio importante: desde la amarguísima victoria de 2011en la que Javier Arena se quedo en el umbral del Palacio de San Termo, la derecha andaluza se ha dado así misma por derrotada y ha aceptado durante todos estos años que no había forma de desalojar a los socialistas del poder por mucha basura que se les echara encima. Ese sentimiento era orgánico, pero también era el de los sectores económico y sociales que se suponen debían respaldar la opción política de derechas. esos sectores se echaron en brazos de Susana Díaz, que representa la cara mas suave y dialogante  del Partido Socialista como mal menor a la espera de que el PP diera alguna muestra de que salia de la situación comatosa en la ha vivido durante el ultimo lustro.
¿Lo ha echo  con la victoria sobre los socialistas de hace casi dos meses? Aunque Juanma Moreno se haya venido arriba, que ya le tocaba al hombre, es difícil sacar esa conclusión . El electorado andaluz como en general todo el país, a fuerza de ser convocado con reiteración a las urnas ha aprendido distinguir una consulta de otra y no  vota lo mismo en generales que en autonómica o en municipales, aunque cada elección arroja un retrato perciso de la situación de cada partido. Al PP las generales les favorecen y las autonómicas le perjudican. Eso es así por razones variadas que resume en dos: los populares andaluces  no ofrecen confianza  a un sector amplio de la clase media urbana y ademas no han sabido penetrar en las pequeñas y medianas poblaciones del medio rural que es donde de verdad se ventilan un elevado de escaño al Parlamento regional. Únase a ello una evidente crisis de liderazgo que Juanma Moreno ha tardado en resolver, si es que esta resuelta, mucho mas de lo aconsejable.
Nada de esto ha cambiado sustancialmente en los últimos meses. Los grandes déficit que han impedido al PP ser alternativa real de gobierno en Andalucía  se mantiene. Se ha cometido errores estratégicos importante. Piense, por ejemplo, que la crisis  institucional que vive España podría haber tenido otro desarrollo si en su día el PP andaluz no hubiera negado la abstención a Susana Díaz tras las ultimas elecciones autonómicas, en un intento poco responsable de bloquear la gobernabilidad de Andalucía . Con el precedente andaluz , Pedro Sanchez hubiera tenido menos argumento para mantener el bloqueo y el PSOE no se habría tenido que echar en brazos de Podemos en un puñado de ayuntamiento y comunidades autónomos.
Que el panorama de la política andaluza se mueve no es malo. Que en las ultimas elecciones cayeran algunos muros que parecían infranqueables como el empate a escaño en la provincia de Sevilla que se produjo por vez primera desde 1977  -échenlen hilo a la cometa-, tampoco. Que la derecha se haya venido arriba debe servir para que la izquierda en el poder se ponga las pilas la política andaluza tiene un buen numero de problemas, pero quizás el mayor sea que el Gobierno de la Junta de Andalucía transmita una desoladora imagen  de caminar a un ritmo lento como si estuviera a la espera de que la situación nacional se aclare y la crisis interna del Partido Socialista se resuelva. Y Andalucía no esta para ningún tipo de espera. Los datos de crecimiento y los de empleo señalan la supervivencia de un modelo productivo basado sobre todo en el turismo y la agricultura que es pan para unos pocos de meses y hambre para todos los demás. En esta región hace mucho que todo es urgente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario