martes, 2 de agosto de 2016

                                                                NO EMPEORAMOS

El principio de madurez instalado de nuevo en España llega también a la ciudad de Cádiz, pero matizando. En la capital se puede volver a votar como en las principales ciudades españolas, Madrid, Valencia, Zaragoza, Coruña, et...un hecho que se repite desde las primeras elecciones de la de la democracia. En todos estos "ayuntamiento del cambio" -también en Cadiz-, el PP gana, y la extrema izquierda baja alrededor del 5%. Pero en nuestra ciudad. Podemos se mantiene mejor porque partia de un porcentaje mayor de votos.
Tiene su lógica. Cuando casi todo el mundo, pero especialmente loa izquierda responsable (¿), lleva 30 años proclamando que Cádiz es un enclave especial de pobreza -silenciando cifras que lo desmiente-, lo normal es que te salga un competidor mas difícil de derrotar, con un diagnostico mas exagerado aún, de niños hambriento y emergencia social, que ofrece acabar con los problemas económicos de la "gente"  y dar trabajo. El sostenimiento podemita en Cádiz, aunque sensiblemente rebajado, tiene que ver también  con su dominio de las redes, las simpatías que despierta en cierto periodismo, la podemización  de una parte de la nomenclatura de la Junta, y el trato complaciente que recibe de algunos socialistas poco socialdemocratas, por decirlo suavemente, que sueña con un Frente Popular y rechazan un acuerdo con el Centro Derecha Democrático.
 De todas formas,  en Cádiz como en el resto del país,la mayoría de los votantes ha expresado su temor a una posible victoria de ese modelo populista en España, considerando un cáncer peor que la propia corrupción . Por eso en Cádiz. Podemos ha perdido 4.500 votos, el PSOE ha subido a su costa, y C"s ha sido castigado -a pesar de ser una propuesta solvente para nuestro país- por buscar más el acuerdo con un PSOE dubitativo que con un centro derecha ganador y moderado.
En resumen, aunque el debate de la ciudad en el campo de la extrema izquierda, Cádiz  tambien a dado paso a favor del sistema de libertades que nos dimos en la Transición . Es decir, al menos no empeoramos.
En futbol no solo no empeoramos, sino que hemos ascendido a segunda de forma brillante donde bajamos hace seis años, en Alicante. Además,  el importante acuerdo Viscaino-Pina, hace soñar al cadismo con nuevos días de gloria.

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