lunes, 30 de mayo de 2016

                                                              ENTRENAMIENTO
Jesus Tomillero es un joven árbitro gaditano que juzga partidos de Tercera Regional del fútbol andaluz. Hablo en presente, aunque debería hacerlo en pasado. Jesús ha presentado su renuncia a seguir haciéndolo. Ama el deporte, el fútbol en particular, y es un apasionado de lo que hace, pero lo deja. El motivo su homosexualidad. Mejor dicho, la intolerancia de muchos "aficionados" hacia su orientación sexual.
Los deportistas son, sin duda uno de los modelos en los que millones de jóvenes se fijan para adoptar sus conductas y hasta su forma de vestir. Las administraciones , las instituciones y las empresas privadas lo saben y en muchas ocasiones lo usan como prescriptores para poder "vender" sus ideas o
sus productos. Dentro de ello, son los futbolistas  los que se llevan la palma. Es el deporte rey y los astros que lo practican, los dioses del Olimpo.
Hay un cierto clima de autosatisfacción en la sociedad por considerar que los homosexuales  son respetado al haber conseguido muchos derechos. Nada más lejos de la realidad. Estos derechos alcanzado sólo son legalmente. Sobre el papel. También en determinado ámbito profesionales, sociales y urbanos.
Jesús pasó a ser noticias por ser el primer árbitro  en declarar públicamente su homosexualidad. Desde entonces ha tenido que soportar lindeza  como "No te da vergúenza pitar lo que as pitado,
maricón de mierda"  "el gol te lo vas a meter por el culo maricón", al tiempo que el resto del publico
reía.
El objetivo del joven arbitro no era otro que el de educar a los chavales. Utilizar el deporte como santo y seña de la tolerancia y de otras formas de convivencia.
Entiendo la postura de Tomillero. uno está un poco harto de educar a algunos individuos que carecen de masa cerebral. Mucho lo que tendrían que aportar las autoridades deportivas que por el momento
solo han intentado desuadirles de que presentara denuncia. "Es penoso de que me hayan dicho de que no hablara, e incluso me amenacen con sancionarme. Antes de que me sancionen me voy", ha dicho el arbitro. Pero espero que cambie de opinión.
No tengo hijos, si sobrinos y un ahijado  pero éste es el tipo de persona que me gustaría que educasen. Gentes comprometidas que, por su experiencia, están dispuestos a mejorar la sociedad desde lo practico. A servir como ejemplo. Hoy por hoy está claro que no estamos preparados para mejorar. Soy pesimista sobre ello.
Cuánto bien harían en secundar la postura de Jesús muchos deportistas de élite que se esconden en un armario que debe airearse.

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