viernes, 16 de septiembre de 2016

                                                       UNA CALLE PARA ECHAVARRIETA

El que Horacio Echavarrieta no tenga aún una calleb en Cádiz, pone de manifiesto cómo nuestra ciudad olvida a los mejores hombres que han pasado por ella. Hoy precisamente, el día 15 de septiembre se cumple el 146 aniversario del nacimiento del gran industrial y empresario vasco que tanta y tan buena relación tuvo con nuestra capital. Echavarrieta nació en Bilbao en el seno de una familia republicana moderada y dedicada a la industria de la que heredó  un patrimonio que él supo  deversificar y multiplicar y multiplicar. A lo largo del primer tercio del siglo XX estuvo detrás de los proyectos empresariales más ambiciosos y sólidos del país: Salto del Duero, que con el tiempo seria deIberdola, la Compañía Iberia , el Metro de Barcelona, el periódico El Liberal, que vendió a su amigo el socialista Prieto, así como la urbanización  del ensanche Bilbaino y de la Gran Vía Madrileña.
En 1917 compro los Astilleros de Cádiz, que fundaron los hermanos Vea Murgía. ellos si por fortuna, con calle en nuestra capital. Los llamo Astilleros Echevarieta-Larinaga nombre de la comunidad de bienes heredada de su familia. Para Horacio, la joya de la corona de sus empresas fueron siempre los Astilleros de Cádiz, hasta el punto de que en los años 30, época en que los astilleros soportaba una fuerte deuda vendió todas sus empresas para mantenerlo. Durante treinta años  hasta la devastadora  Explosión de 1947, funcionaron unos astilleros en lo que se fabricaron entre todo dos barcos emblemáticos: el submarino alemán E-1, el más avanzado de su tiempo y el Juan Sebastán  ElCANO,
en cuyo mástil esta gravada la inscripción Echevarrieta-Larinaga.
Si en vez de prestigiar  a los que viven de reclamar "derechos sociales"- con el dinero de los demás-,
admiramos y recordamos a los empresarios ambiciosos y productivos que crean riqueza y soportan los gastos sociales con sus impuestos nuestra ciudad mejoraría. Pero somos la región de la hostilidad hacia el empresario, del apego al reparto de rentas publicas y del resemiento contra alguien quien tiene éxito.
Por ser Echevarrieta un hombre excepcional, por situar a Cádiz a la cabeza de la tecnologia del momento y por crear tanto empleo de verdad, creo de justicia dedicarle una calle de nuestra ciudad.

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