martes, 6 de septiembre de 2016

                                                                         ¿Y AHORA QUE?

Como era previsible, no hubo sorpresas y rechazo  el Congreso de los Diputados rechazo la candidatura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Por apenas diez votos España tendrá que seguir por tiempo indefinido con un ejecutivo en funciones que tiene las manos atadas en unos momentos en que la situación tanto nacional como internacional exige un Gobierno fuerte y ágil que sepa dar respuesta a los muchos problemas económico, sociales, políticos e institucionales que se plantea. La pregunta que surge inevitablemente es ¿y ahora que? Y las personas que debe responderla cuanto antes es el secretario general del PSOE , Pedro Sánchez empeñado desde hace tiempo en bloquear cualquier salida lógica  a la situación política en la que  se encuentra España desde las pasadas elecciones del 20 de diciembre.
Es cierto que el candidato popular, Mariano Rajoy , ha dejado mucho que desear en la gestión  de esta crisis  sin precedente, en la que ha sobrado  su actitud un tanto indolente y displicente. Sin embargo al final ha hecho lo que tenia que hacer: pactar con el único partido cercano ideologicamente que estaba dispuesto a hacerlo , Ciudadanos, y conseguir  un numero de apoyos suficiente para facilitar al PSOE la dura decisión  de respaldar por acción u omisión  a su rival político  histórico . A nadie se le escapa que lo que se le esta pidiendo a la formación  liderada por Sánchez era un trago amargo, pero un partido de Estado como el socialista debe tener capacidad y visión suficiente para superar estos trances con solvencia. Pedro Sánchez se ha dejado llevar mas por sus perjuicios ideológico más primarios y por sus cálculos personales  más empurio a la hora de decidir su contumaz voto negativo  a la candidatura de Rajoy. En difinitiva, ha demostrado que no es un hombre de Estado y que, y que, por lo tanto no esta capacitado para llevar algún día las riendas del país . El PSOE debería tomar muy buena cuenta de estas circunstancias.
Se quiera reconocer o no, sobre el PSOE  recae ahora toda la presión política. Sanchez debe de ser conciente de que esta sacrificando  la gobernalidad y la estabilidad de España sin proponer alternativa de España sin proponer alternativa alguna a cambio. De hecho el secretario general de los socialistas se ha convertido en un problema y no en una solución, lo que es sumamente preocupante en la trayectoria de un político. Después de lo visto en los últimos días, da la sensación de que, hoy por hoy, el desbloqueo de la situación no pasa por las Cortes, sinopor los despachos de los dirigentes socialistas.

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