domingo, 25 de octubre de 2015

#YOCONSALVADOR

En las próximas elecciones generales votare en la Comunidad de Madrid, mi residencia desde hace casi 10 años. Por supuesto, votare por Pedro Sánchez que representa los nuevos valores de la nueva España que también lleva en su ADN  Albert Rivera de Ciudadanos, y Pablo Iglesias, de Podemos.
Entre los tres, con las diferencias programáticas e ideológicas  existente entre ellos, tienen que reinventar España censurar una nueva España, para que los españoles podamos salir del callejón sin salida que nos han metido el inmovilismo de Rajoy y la deriva independentista que capitanea Mas.
En la provincia de Cádiz, en el Campo de Gibraltar, estaré con el cabeza de lista del PSOE Salvador de la Encina y lo estaré con entusiasmo. Salvador es uno de los pocos políticos que conozco que se toma a pecho de noche y de día la cosa publica.
Trabajador incansable, destaca sobre todo por su capacidad para acercarse a los problemas de las gentes, enterarse bien de ellos y llevarlo con rigor al congreso a travé en poco mas de dos mesess de preguntas e iniciativas. En poco mas de dos meses está ya entre los diputados mas activo parlamentariamente. Sin parar así lleva desde hace más de 20 años lo llaman desde la Junta para que se hiciera cargo de la Delegación Provincial de Industria, Turismo y Comercio. Desde entonces,
donde ha estado ha dejado una fragancia de político eficiente, sobre todo en la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados donde participo de forma muy activa en la elaboración de la nueva Ley de Puertos y otras normativas de gran recorrido legislativo como portavoz socialista  y como presidente de la propia comisión. A su competencia hay que sumar algo para mi sumamente importante. Salvador de la Encina es un político honrado. En una provincia fronteriza donde han habundando los sinvergúenzas con cargos públicos, ha sabido solucionar problemas respetando la legalidad, sabiendo distinguir entre el bien común  y los negocios particulares de unos pocos. A esto cuando se le han acercado, siempre ha sabido decirles no. Y, sobre todo no peco de sectario. Lo mismo atiende a un colectivo de su cuerda que a otro afín  al PP o a Podemos. Es un socialdemócrata en el sentido bueno de la palabra; una buena persona en el sentido socialdemócrata de la palabra.
Moderado y con mucho sentido común, es un tipo con ropaje y modo que me recuerdan mucho a aquellos viejos republicanos de convicción que se dejaron la bolsa y la vida defendiendo la democracia. Por eso lo dicho: #yoconsalvador.


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