viernes, 23 de octubre de 2015

TODA UNA VIDA DE DEBERES

El libro "Rubio, Mi mamá me mima" es un viaje a la niñez de muchos españoles.
              TODA UNA VIDA DE DEBERES.
Cuadernos rubios - Generaciones de españoles han aprendido caligrafía, a sumar y a restar con ellos.
Exito - En los años 80, se llegaron a vender 10 millones al año.
Mirar el pasado con una sonrisa cómplice, incluso de añoranza, esto es lo que conseguirá el libro
Rubio, Mi mamá me mima, un viaje a la infancia que hará recordar esos momentos en que los padres decidían que sus hijos tenían que mejorar su caligrafía o su calculo con los Cuadernos Rubio.
Lo que para los mayores era un momento de tranquilidad en las calurosas jornadas veraniegas o en las tardes tras salir del colegio, para los fueron niños hace más de cinco décadas suponía una especie de tortura pergeñada por Ramón Rubio (1924-2001), el padre de estos emblemáticos cuadernillos en lo que aprendí a escribir con una caligrafía perfecta, sumar o restar.
Pero lo que no hay duda y así lo considera Enrique Rubio , hijo del fundador y propietario de la empresa Cuadernos Rubio, es que el libro editado por Espasa  está hecho para hacer "un viaje" no solo a la "nostalgia"  sino también a nuestra "historia pasada".
  "Era un libro muy necesario, desde la ultima década hay un interés por el pasado, por lo antiguo, hay
nostalgia por todas las imágenes del pasado, por los anuncios,  y nos dimo cuenta que también por estos cuadernos que, durante los años 80, se llegaron a vender 10 millones al año" explica a Efe.
Una cantidad que era posible porque, como recuerda y hace recordar, se trata de una época en la que
"había mas niños", "menos libros de texto" y, sobre todo "nada de Internet", subraya.
Aunque también este libro, Rubio, Mi mamá me mima. Las letras y los números de nuestra infancia, es un "homenaje" a su padre, una "persona muy trabajadora", que lucho para que estos cuadernos existiesen  y, sobre todo, llegarán a los niños.
"Trabajaba en banca y por las tardes en una academia de cálculos y contabilidad, así que creo una serie de fechas en los años 50 para mejorar la caligrafía, que tenia que ser adornada, gótica inclinada:, las operaciones se hacían mentalmente e hizo las fichas", dice sobre estos cuadernos que nacieron a finales de la década de los 50.
Unas hojas que su creador fue probando de colegio en colegio, tal y como comprobó de primera mano Enrique Rubio, ya que era él que le acompañaba junto a su madre en estas jornadas de lucha por hacer llegar su método a todos los niños españoles.
Con mas de 200 paginas, la obra hará recordar con reproduciones reales de los cuadernillos originales
cómo nos afanábamos en copiar estas letras que, atrapada entre dos lineas, formaban frases como
Los niños no deben mentir, Mi mamá me mima (o España es una nación de Europa).
Sentencia que, como reconoce Enrique Rubio, han ido evolucionando con el tiempo: "Hace tantos años vivíamos en una dictadura y los valores no tenían que ver con lo que hay ahora, había frases sexistas, imágenes donde los niños jugaban con pistolas y las niñas con muñecas. Había una serie de
valores que ahora han cambiado", sostiene.


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