lunes, 19 de octubre de 2015

EL ADIÓS A LA JUEZA ALAYA

El capitulo dedicado a la Hacienda Loca len el programa de Espadas para las elecciones municipales del pasado mes de mayo empezaba diciendo lo siguiente "Nuestro sistema tributario debe respetar el principio de suficiencia con el fin de garantizar los recursos necesario para sufragar el coste de los servicios públicos". El nuevo gobierno local se enfrenta a un escenario en el que parece que se ve la luz al final del túnel pero que tras siete años de la peor crisis económica las familias sevillanas llevan acumulado grandes sacrificios, la ciudad tiene 84.483 parados y las transferencias  del estado se van a reducir en 6 millones de euros. Para tratar de cuadrar el circulo de no incrementar la presión fiscal sobre los hogares y las pymes congelando los tributos que más les afectan (como del Impuesto sobre Bienes Inmueble y el sello del coche) y garantizar ese principio
de suficiencia financiera del Ayuntamiento con 6 millones de euros menos en la participación en los ingresos del Estado, el alcalde ha recurrido en sus primeras Ordenanzas Fiscales a incrementar la tributación de las empresas de mayor facturación (a partir de un millón de euros), pero con criterios correctores en función  del nuevo empleo que creen y de su apuesta por la ciudad. La progresividad
fiscal consiste en que paguen mas los que más tienen, pero ese sobresfuerzo que se le exigen requieren de un reciprocidad por parte del Ayuntamiento, que por su parte ha de prestar mejores servicios, modernizar los parques y los polígonos industriales y administrar con más eficacia los recursos que en sus manos por la sociedad.

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