ACUERDO Y...¿ALGO MÁS?

Se ha conseguido un principio de acuerdo el PSOE de Andalucía y Ciudadanos para que no pueda lograrse que Andalucía disponga de presupuestos para 2016 , con las limitaciones conocidas del defecto de financiación  agravado por la disminución de ingresos que va a comportar la bajada de impuestos que impone Ciudadanos en el pacto logrado.
Es un triunfo para el gobierno andaluz, dada la actitud de absoluto bloqueo de lo que empieza a ser 
"un frente no" por parte de las otras tres fuerzas parlamentaria -Izquierda Unida Podemos y el Patido Popular-. Puede ser comprensible la actitud de rechazo sistemÁtico por lo que respecta al PP -oposición tradicional- pero no se entiende en Podemos, recién llegado a la cámara andaluza con el no por bandera y una enemistad manifiesta que se percibe hasta en lo personal, Izquierda Unida no perdona la forma abrupta de la conclusión  de la anterior legislatura. La apuesta de Ciudadanos tienen diferentes lecturas. La primera, constituirse en fuerza necesaria y constructiva que se perciba como capaz de imponer una parte de su programa- disminución  de empresas publicas en la Junta, ayuda a los pymes, reducción de órganos reguladores, inmediatez de dimisiones por imputaciones...-
al tiempo que se distancia de la sistemática oposición de los otros grupos, adquiriendo protagonismo y personalidad propia.
La otra lectura posible es la de la compensación. Ciudadanos ha mantenido varios gobiernos autonómico del PP- singularmente es es el de Cifuente de Madrid frente a la opción progresiva de Gabilondo- y con el apoyo al gobierno andaluz busca una imagen de centro y de equidistancia. La tercera posibilidad es mas peligrosa para el PSOE, se trataria de fabricarse una carta de presentación con posibilidades de impresionar y atraer al numeroso electorado socialista andaluz.
El gobierno andaluz parece que se va a encontrar con presupuestos y la melancolía se va adueñar de una oposición  de izquierda y de derecha que -  aunque no lo parezca - defiende cosas diametralmente distintas y de imposible conciliación . El pegamento no pasa del no y de las ganas de ver fracasar al mandato de los socialistas que a su juicio, dura demasiado. E problema es los electores, que hasta ahora, son tozudos en su preferencias. No hay duda de que alguna vez conseguirán torcer esa voluntad, pero no es seguro que sean ellos los que recojan los frutos.