El "DRIBLIUNG"

En el mundo del fútbol hay muchas gentes rústica, como la barra de pan o como los muebles sin lijar. Poco refinada. Los periodistas siguen tratando de vender, y como no hay leña deportiva, pues la toman con los directivos.
Siempre he escuchado que los matrimonios no deben discutir delante de los hijos, que es lo que ha hecho Vizcaino-Pina, un matrimonio de la empresa que dirige los destinos del Cádiz CF. Cuando los cónyugues han discutido y han sido advertidos por sus "hijos" no han querido darle mayor importancia. Cualquier matrimonio discute y no van contando por ahí sus diferencias. Esto no es mentir, tan solo no darles importancia a algo que es habitual, la riña de socios. Y más habiendo tantos intereses en juego, pasión, poder, dinero.
Quien dice que Vizcaino miente por proteger su "matrimonio" empresarial es un mentiroso, y una persona mentirosa no tiene crédito cuando acusa de mentir a otra.
En Cádiz nadie es digno de criticar a un presidente del Cádiz CF. Nadie. Porque desde los tiempos de Irigoyen , que era gaditano, todos los dirigentes han venido de afuera, Baldasano de Madrid, Muñoz de Cordoba, Pina (dirigente no oficial) de Murcia y Vizcaino de Sevilla. Tapan la boca todos los gaditanos con ganas de criticar. No por mucho de hablar de cadismo sin arriesgar un euro se es más cadista.
Igual que existe el derecho a la información , existe derecho a la intimidad. No todo tiene porque conocerse. Alcahuetas de novelas de una peseta.
Nicanor Parra, ese genial escritor chileno (aún vive con 101 años) dice: "estoy agradecido de todos, tanto de los amigos complacientes como de los enemigos frenéticos, ¡inolvidable personaje sagrado!".
No darles importancia a las riñas entre socios es como un regate, mostrar el balón por un lado y mandarlo por el otro. Parece un engaño pero es una estrategia, un dribling.
                      Mucha lijadura que hace falta.