UN DRAMA QUE NO CESA

La llegada a La Janda de cinco patera con alrededor de 113 inmigrantes la pasada madrugada es un triste recordatorio de que, por mucho que el foco del problema esté ahora en la Europa oriental y en el norte con los refugiados sirios, aquí todo sigue igual. Fueron casi 300 las personas rescatadas esté fin de semana en su mayoría por Salvamento Marítimo, que intercepto 11 pateras cuando se aproximaban a Andalucía y Cartagena. Afortunadamente no hubo que lamentar daños personales, habida cuenta de que las condiciones meteorológicas fueron favorables. Precisamente la total ausencia de viento fue el factor clave para esta oleada, ya que las mafias aprovechan la buena climatología para lanzar al mar a estas personas ansiosas de encontrar un futuro mejor. Es un drama que no cesa y que no va a detenerse mientras no exista una voluntad verdadera por resolver el problema en los países de origen. En Siria, en el Africa subsahariana o donde sea, las guerras y la pobreza  extrema obligan a los seres humanos a tomar acciones desesperadas. Mientra la desigualdad sean tan enorme, la presión migratoria ira a más. Es una obligación moral la de ayuda a los mas débiles, pero si este argumento no convence, los países próspero deben de ayudar a los deprimidos aunque sea por propio egoismo y evitar así mas migraciones.