PARLAMENTO DEROGATORIO

Por el camino que vamos es una hipótesis posible  -aunque desconocemos el grado el grado de posibilidad- que Mariano Rajoy alcance de nuevo la jefatura del Gobierno español. Pero el 25 de julio - Patrón de España y de Galicia- el trance parece extremadamente difícil. Los independentistas -tras la votación  de la presidencia del Congreso, ya absueltos como tales y ahora nombrados solo como nacionalistas por su abstenciones y votos a favor a la candidatura de PP, Ana Pastor- no parecen que vayan a continuar con el apoyo - activo o pasivo - porque el objetivo era de otro plazo - y no una operación  estratégica para España sino solo para Rajoy y el PP.
La estrategia central consistía en situar en la presidencia del Congreso a un "alter ego", a un alma gemela de Rajoy. Motivo: La presidenta del Congreso fija con S.M. El Rey plazos, personas y tiempo pero solo ella, en exclusiva, convoca el pleno de investidura, cuando lo entienda conveniente. Si se superan  todos los obstáculos y ahí gobierno popular, nos hallamos ante un parlamento contrario al Gobierno en casi todo que haría una ingente tarea derogatoria: Que si reforma laboral, leyes de educación , ley mordaza, y un etc. de reprobaciones y comparecencia  no querida por el gobierno.
Primara la soberanía nacional representada en los diputados  que toman asiento en las Cortes pero los "gobiernos parlamentarios" o el gobernar desde el parlamento no es lo mejor es un sistema en el que no hay Presidente de la República o de la Unión -como en Francia o los EEUU con la legitimidad de ser votado por los ciudadanos- sino que es un perfecto sin sentido porque el presidente del gobierno español justamente lo elije parlamento. Si no lo quieren  ni a el ni su política, ni a su partido, la mejor opción  es no votarlo. Para ese desaguisado un gobierno paralizado, mejor labor seria nombrar a otro presidente que concite  el acuerdo de la mayoría de los diputados y los grupos parlamentarios  con un programa concreto de reformar y regeneración .
"Manca finezza" dijo Amitore Fanfani al ver a Felipe Gonzalez  con un traje de pana en un acto en Roma cuenta Enric Juliana, pero la leyenda lo atribuye a Andreoti sobre los políticos españoles. Pues eso. Falta finura a raudales.