No soy defensor de sigla, porque las siglas se las apropia quienes quieren vivir de ellas, a la vista está. No soy muy defensor de personas, porque las personas cambian por mantener el "status" alcanzado por la credulidad de los lectores. Soy un defensor de ideas, de programas de proyectos, pero sobre todo de ideales Creo en la emoción, en los sentimientos y en la forma de llevarlo a la practica, creo en el bienestar común, en la igualdad de derecho sin privilegio ni prebenda por pertenecer a uno o a otros, creo en la sencillez de expresarse sin circunloquios pogramado por pensadores ajenos. No me vale cegarme ante la evidencia de la corrupción por llevar toda una vida defendiendo unas siglas, no me vale mantenerme en un lugar que desde hace mucho tiempo dejo de representarme.
Por eso estos días, en los que veo que el respeto hacia los demás está completamente desprestigiado, creo en quien trabaja para acabar con todo esto, en quienes no se aprovechan de siglas para tener tarjeta black, o reducciones de hipoteca. En quienes me vean a mi como soy y no me trate como un simple elector cada cuatro años. En quien esté cuando tengamos un problema, pero no para hacerse la foto junto a las colas del agua en Loreto, sino promoviendo la solución inmediata a esa vecindad y demostrando que hay otra forma de gestionar las cosas, no basándose sólo en las criticas para salir en la prensa. Creo en quien se preocupa pensar que puede ser lo mejor para todo, no en quien lee la prensa y a rebufo de sus noticias, aprovecha la ola mediática para copiar una propuesta que critica un reportero que ha sido capaz de plasmar la realidad. Porque desde un despacho y sin preocupaciones es muy fácil ver la vida. Luego, me dicen que me calle y no hables.
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