ÉBOLA, POR FIN, AHORA SÍ

Como suele ocurrir siempre, por desgracia hasta que las cosas no pasan no se toman las medidas oportunas, por mucho que se advierta del peligro. Eso es lo que ha ocurrido en España con el ébola, que ha tenido que caer  enferma una trabajadora de sanitaria para comprobar que los métodos previstos  para combatir el virus eran ridículo. Ahora es cuando se ha tomado conciencia de la gravedad del asunto y, por fin, parece que se esta empezando a hacer bien todo. Afortunadamente. Teresa Romero, la auxiliar que trató con los misioneros repatriado y contrajo la enfermedad, remonta poco a poco y el gobierno se ha puesto las pilas con protocolos estrictos y situando al frente del problema a especialistas competentes que saben lo que tienen entre manos. Sin caer en el alarmismo, los procedimientos actuales son mucho más coherentes de los que hace apenas diez días. Ayer mismo trasladaron al Hospital Carlos III un misionero que llegó el martes de Liberia y que estuvo en contacto con enfermos de Ébola. También se hospitalizó a un hombre procedente de Nigueria y que llegó al aeropuerto de Baraja con fiebre y temblores en un vuelo de Air France. Todas las precauciones son poca desde luego, y si algo está demostrado esta crisis es que no sólo hay que recortar presupuesto  en investigación, si no que hay que potenciarlo. La mejor manera de prevenir  es ayudando a los cientificos que luchan contra este y otros males.