NI CONTIGO, SI SIN TI

Con la presencia  de Pedro Sanchez en Viajando con Chester de Risto Mejide o con Pablo Moto en el Hormiguero y, sobre todo, con una llamada telefónica al proscrito pograma que no ve nadie -aunque Sálvame ostenta uno de los indices mas alto de TV, se ha producido un sinfín de opiniones favorables y desfavorables que asusta. Si vas te critico. Si estas en las nubes, te critico. Si eres casta, te critico. Y si no lo eres, no vas, o no estás, también te critico. Arendt es quien lo tienes mas claro. Lo fundamental Hannah Arendt en 

¿Que es la política? es una razón muy sencilla: "La política se basa en el hecho de la pluralidad de los hombres". Es decir, las opiniones son libres y pueden ser tantas como personas habitan en el planeta. Acostumbrémonos a que cualquier decisión de tirarse al ruedo tiene riesgo. Te alcanza el toro, te abronca el publico, das la vuelta al ruedo o sales a hombro por la puerta grande, si no toreas, no te pasa nada. Pedro Sanchez se enfrenta al trance de dar soluciones al celebre dicho: "Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedios: contigo porque me matas, sin ti porque me muero". Si hacia lo de siempre, era continuista si rompías moldes, se salia del guion preestablecido para los políticos. Se lió la manta a la cabeza y tiro por el camino del medio. Ha salido a la palestra con su programa. En Bruselas no apoya a Juncker por estar cortando el desarrollo europeo en Barcelona llaman a la sensatez a Mas y a la valentía de Rajoy , en Bilbao renuevan el partido, en Zaragoza se enfrentan a preguntas libres de los ciudadanos en una asamblea abierta y con Matteo Renzi  en Italia pide un programa contra el paro en Europa. El congreso critica la minirreforma fiscal de Rajoy y pide menos cargas para los autónomos...y realizo una llamada telefónica al controvertido Jorge Javier Vazquez porque dijo que dejaba de votar al PSOE por permitir la salvajada del lanceo al Toro de la Vega. El presentador, tras la llamada, cambio el voto y media España critica el sacrilegio y la otra media alaba el gesto de arrojarse a los leones de la televisión entretenimiento. Hizo bien. Lo escribió Oscar Wilde: "Que hablen de uno es espantoso. Pero hay algo peor; que no hablen".