jueves, 30 de octubre de 2014

EL PEQUEÑO NICOLÁS

Si en "Adán y Eva" se llama cultos sin saber lo que es el Manzanares, no es de extrañar que un truhan se haga pasar por un señor ostentando algunas fotos cual "Mocito feliz"."El mocito" se pego a todo famoso pelín encaspado político y casa real , para encumbrar a empresarios que beneficiarse. No es de extrañar que un país  que en vez de pelusas debajo de la cama encontramos en vez eres y gurteles tarjetas opacas y pujoles, nos salga un niño pijo con sonrisa de profeta. Usa se hubiera liado a tiros en un instituto matándolo la DEA, pero que comimos caracoles con Sancho Panza y nunca disfrutamos de los trigales de Don Quijote, nos va la capa baja y la foto relamida. No inculcamos a los niños el esfuerzo mas que en poner afilada la lengua untando. Porque untar, untamos damos palmaditas y cabeceamos, para que prospere la familia. para que la niña o el niño se esmere y saque la máxima, poniendo el mínimo, que como sabrán es el lema del liberalismo. Liberales de la constitución del doce que como d un pepero decía fugado, tenián muy poco de liberales y mucho de católico recalcitantes y esclavista, eso si son grandes ideales que sembraron en 'papeles y luego los que le sucedieron, en lomos de piedra. Son ciudades estancadas en el barro y aún así publicadas como la más próspera.Son arcas desvalijadas a manos llenas, tarjetas sacadas de sudor de viejo y lagrimas de abuelas y aún así con la cabeza bien alta y el paso firme, que alabamos que Leticia recicle en algunos actos la ropa de diseñador, cuando hay colas de ignominia para darles de comer a niños en los colegios públicos, de gorra. Estafas que van de menor a mayor, en un país que se debe hasta callar la boca, en el que estamos tan hartos que ya no vomitamos, sino que nos tragamos como la oca del foie gras, para que nos roben el hígado y se lo coman, en una sociedad en la que todo vale y la mentira suma mas que el trabajo, la verdad o la honestidad. No hay que sacar leyes anticorrupcion , hay que educar a las gentes, a los padres, a los hijos, y al espíritu que nos rige, porque no basta decir que las leyes culpan a los robagallinas con el cartel de "la Razón"  atras y delante los jerifaltes. Hay que decir bien alto  quien roba es un ladrón y quien estafa es un estafador y tenerles asco a los que hayan dejado a los ancianos sin pensión, a los enfermos sin sanidad y a los parados, sin trabajo. Hay que tenerle asco a ellos, que nos han dado tampoco y nos han quitado tanto, de dignidad, de sueño y esperanza.

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