lunes, 6 de octubre de 2014

MAS, EL MAL MAQUINISTA

Artur Mas sigue enredando aún más el lío de su suicida huida hacia adelante. El órdago separatista, que él mismo lanzo con muy malas cartas y del que ya no puede dar marcha atrás, previsiblemente concluirá con la celebración de elecciones anticipadas en Cataluña. Pero antes habrá que vivir episodios ridículos como el de ayer, que no dejarían de ser meros esperpentos políticos si no fuera por la gravedad de las declaraciones. La generalitat advirtió al Constitucional que si se cierra los cauces legales para institucionalizar la expresión de la opinión política, "es difícil prever las consecuencias" En este sentido cita de forma oportunista una resolución  del Consejo de Europa, en la que se apunta que cuando los ciudadanos son privados de sus derechos a participar en la toma de decisiones políticas, se alimenta el "extremismo político e incluso la violencia". A la vez el presidente Mas decía lo contrario y afirmaba históricamente "no siempre la desobediencia ha llevado a la victoria", y que "en este momento" no esta en el "escenario" de la "desobediencia civil", sino en el de pedir al TC que levante la suspensión. No se puede estar en misa y repicando. Arengar a los violentos por un lado y advertir del fracaso del 9N por otro es el perfecto ejemplo de que Mas es un maquinista que grita "¡lo siento!" mientras el tren que él puso en marcha está a punto de estrellarse a toda velocidad contra un muro.

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