hasta que, al final, salta la chispa y la turba termina asaltando y quemando el edificio. Poco despues se descubre que es inocente del delito por el que se le había detenido. Pues bien, salvados los extremos, a esto es lo que me recordó la actuación canallesca de unos pocos el sábado ante unos de los coches de la corporación local. En el mismo solo viajaba un escolta y el chofer del vehículo. Sin embargo, estos se vieron rodeado por un grupo de exaltado que pagaron con ellos el problema de agua de Loreto. Al margen de la gestión sobre el asunto por el equipo de gobierno de la ciudad, que para algunos será acertada y para otros será errónea, quiero hacer referencia al nivel de crispación social que estamos alcanzando actualmente. Estamos llegando a un punto en el que vemos como algo cotidiano que la masa enloquecida se tome la justicia por sus manos, que haga valer lo que cree correcto sin importarle contra quien ni como. Algún día se producirá una desgracia, como ocurre en la película del principio, de la que después nos lamentaremos. Pero lo espeluznante del asunto ya no es el hecho de que unos cuantos, que para nada representa al colectivo vecinal del barrio del Loreto,
asaltaran, zarandearan, escupieran, e incluso rajaran una rueda del vehículo, si no que estos hechos fueran alentados y jaleado por los representantes de algún "pseudo" partido político , e incluso, respaldado por una parte de la sociedad gaditana, que ve como algo normal y hasta positivo, dicha acción. A esto hay que añadirle a lo ocurrido, de que los que iban en el coche oficial eran dos trabajadores del ayuntamiento. Dos personas sin responsabilidad política alguna, y que para nada deciden el futuro de los gaditanos. Que lo único que hacen es trabajar todos los días y ganarse su sueldo de forma honrada. Con esto tampoco quiero decir que los responsables de la gestión ciudadana deban soportar dichos comportamientos deleznable, pero si que son únicamente a ellos
los que se le debe pedir responsabilidades políticas, siempre dentro de los cauces democrático. Y lo que es mas preocupante, no se ha escuchado ni he leído declaración política alguna por parte de ningún partido de la oposición ni de ningún sindicato condenando los hechos ocurridos. Partidos y sindicatos que se le llenan la boca al decir que su interés principal es el de defender a los trabajadores, pero que en este caso prefieren guardar silencio. Quizás porque los que iban en el interior de ese coche solo son dos votos, y con el tema del agua en Loreto puede ganar mucho más
que esos dos simples votos.
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