REFUGIADOS

Sin duda este tema de los refugiados y la desesperanza que revela, pero también las guerras y los fanatismos que lo provocan, en el más el mas importante que tenemos planteado en nuestro entorno en estos días. Entiendo que hay dos realidades indiscutibles: tenemos que afrontar el problema humano de forma mas decidida y tenemos que actuar en la raíz del mismo sin tantas cortapisas y tapujos.
La verdad es que resulta muy difícil tener las ideas totalmente muy claras al respecto sabemos que tenemos que cumplir los tratados y que tenemos que ayudar y asumir el auxilio a los refugiados que verdaderamente lo sean. Pero también sabemos que el conflicto que ello puede provocar quienes en muchos casos vienen exigiendo intolerable y con ideas y formas inquietantes nos causa una intranquilidad mayúscula.
Así, vengo leyendo artículos constantemente que vierten opiniones al respecto enfocando el tema desde muy distintas ópticas.
Desde aquellos que pone encima de la mesa que de esta forma empiezan la guerra porque las consecuencias inevitable de esa huida masiva es que se va a obligar a intervenir en países como Siria o Irak, hasta quienes asimismo destaca que no podemos sentirnos culpable y en modo alguno podemos asumir la debilidad en la que hacen sus caldos de cultivos quienes están detrás de ese drama.
Pero especialmente me ha gustado leer que tenemos que recibir al refugiado con los derechos que le asisten, pero también con todas las obligaciones, hay que respetar a la persona pero ello no significa que tengamos que acatar sus costumbres.
No podemos mirar sin más a otro lado, ni dar un paso atrasen luchar contra ideas  como la que defiende que nos comamos cerdo en nuestro país  o un intolerable papel para la mujer (no digamos ya otras cosas como la ablación del clítoris).
Y desde luego debemos controlar que los refugiados realmente lo son y no vienen por otra razón  completamente distinta, como también exigir que países como Arabia Saudí se constituya con mucha más razón en refugio y aporten recurso de los que deben disponer de ello.
Creo también que debemos destacar actuaciones como la del Papa Francisco, que clama decididamente a favor de la ayuda a los refugiados y toma medidas concreta para que las parroquias acojan a las familias.
Pero también que Francia e Inglaterra ya empiecen a tomar medidas de actuación directa enviando aviones en lugar de permanecer pasivas ante lo que sucede en los países que provocan esta crisis.