miércoles, 9 de septiembre de 2015

EL 3%

En Cádiz tenemos una expresión muy gráfica, completamente despectiva que desautoriza al interlocutor y que mas o menos significa: "¿te quiere ir ya?". Efectivamente popularmente se conoce como ¿Tezquíe í ya pui? No otros comentarios nos merece el descubrimiento de la trama de corrupción del partido catalán CDC (Convergencia De Catalunya, puesto de manifiesto esta semana.
El constructor Jordi Sumarroca guardaba en su caja fuerte una nota de las adjudicaciones de grandes obras que recibió y el calculo de la mordida que pagó a cambio a CDC.
El documento pone de manifiesto el pago de 343.789 euros en comisiones. He aquí negro sobre blanco, una sola hoja ha bastado para documentar la acusasion que hace una década sacudió al Parlamento Catalán.
El documento no incluye las fechas de las adjudicaciones, pero todas las corresponden a apenas unos meses - marzo a junio - del año 2009.
Las sospechas hacían tiempo que se cernían sobre el partido catalán independentista, pero ahora se ha confirmado en evidencia documental y prueba de cargo. No hay más que hablar, aquí está la prueba.
El escándalo y la mierda salpica salpica directamente a Artur Mas, en el mascarrón de proa del partido que pretende la independencia de Cataluña, y convierte, ademasen peliagudo el papel que le va quedando a Oriol Junquera, cercado como está por el chantaje de Artur Mas, - "o concurrimos en una lista única o no convoco las elecciones para la independencia" - y es la evidencia de que el presidente está metido hasta las cejas en la inmensa trama de la corrupción que ha funcionado en Cataluña de la mano de Jordi Pujol.
No podemos olvidar que el padre de Mas fue el administrador y socio del padre de Pujol. Lo dicho, Juan Palomo, yo lo guiso yo me lo como.
Vamos, que siempre todo ha quedado en casa y entre ellos se ha enriquecidos hasta las cejas. Entre este trance tan comprometido, es una incógnita cómo reaccionará el electorado, en un tiempo en que todos los partidos políticos esgrimen la bandera de la transparencia.
Cataluña aspira a la independencia porque aquello siempre ha sido un campo sin vallado, donde la alta clase dirigente política, desde ille tempore ha estado forrando sin ningún tipo de cortapisa ni fiscalización.
Pero como la ambición no conoce límites les ha parecido poco y ahora ya no quieren una autonomía  limitada, sino una independencia total, para poderselo llevar calentito sin tener que rendir cuenta a nadie.
Frente a esta situación, me van a perdonar hustede pero me asombra nuestra pasividad. La capacidad de indignación del españolito medio ante los masivos casos de corrupción política generalizada es cierto que esta mermada.
Pero cuando hay tanto en juego, la unidad de España, deberiamos de hacer todos de tripas corazón y poner pies en pared y atajar tantísimos desmanes. A por ellos Oeeeeh...

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