lunes, 14 de septiembre de 2015

¡QUE GENTE TAN RARA!

Los Jainíes, miembros de una secta religiosa originaria de la India, tenían formas muy curiosa de suicidarse: se cortaban trozos de su propia carne y se la ofrecían a las aves de rapiña. Pero su variante preferida era morir de inanición. Estas y otras prácticas de autosacrificio  se recomendaban en texto sagrados de los siglos XIII al XVII.

Algunas clinicas japonesas están especializada en devolver la virginidad a las mujeres mediante una sencilla y barata operación quirúrgica.

Las babosas son las reinas de la fiesta en el pueblo de Monte Río. Esta población californiana se ve invadida una vez al año por gran cantidad de estos gasterópodos, y sus habitantes los aprovechan para diversas competiciones, como la carrera de babosas, y la elección de superbabosa: el ejemplar más grande es vestida con una capa púrpura y paseada por la ciudad sobre un cojín, acompañada de la música de la película Rocky. El acto más popular es el concurso de cocina: las babosas sirven de ingrediente principal en cócteles, potajes y platos de pasta. Gana la receta más original y mas sabrosa.

En algunas culturas de la antigúedad se solía enterrar a personas vivas en los cimientos de las futuras construcciones, para proteger el edificio de posibles infortunios. Cuentan que, que cuando fue levantada la ciudad de Tavoy en el sur de Birmania, colocaron un delicuente en el hoyo de cada poste, para alejar los malos espíritus. Este rito también fue utilizado por los Druidas.

La marihuana era de uso común en las reuniones sociales de la antigua Roma.

Entre los tre-ba del Tibet, todos los hijos del mismo padre compartían una única esposa. Así que celebraban una sola boda por familia en cada generación.

En el siglo XV, los trabajadores de los molinos sustituían los granos de trigo que los clientes llevaban para hacer harina, por una mezcla indigesta de polvos minerales y cartilagos de sepia y calamares secos. Es uno de los primeros antecedentes de la adulteración

Ante de la batalla los centuriones romanos se hacían la manicura y se depilaban el vello de las piernas.

Las mujeres de Napoles salían desnudas a las azoteas de sus casas, con la esperanza de que la Luna les hiciera aumentar el tamaño de sus senos.

Algunos patricios romano, como Craso, Cesar y Pompeyo tenían fortunas personales que se acercaban al presupuesto anual militar del Imperio, estimado en 500 millones de sestercios. En la actualidad la mayor fortuna individual de los Estados Unidos no se aproxima ni de lejos al presupuesto militar de este país.

Nuestra personalidad está determinada por el grupo sanguíneo, no por nuestro signo astral, según un estudio del psicologo japones Takeji Furukawa. Las personas de tipo O resultan ser los mejores empleados; los de tipo B se corresponden con gente flexible y amante de la libertad y las de tipo A se encuentra a gusto en ambiente muy estructurado.

Las mujeres de los indios Pies Negros, originarios de la actual región canadiense de Edmonton, mostraba su luto por un familiar fallecido cortándose el pelo muy corto. Si el fallecido era el marido o un hijo - no una hija -, no solo se cortaba el pelo, sino también una o mas falange de los dedos, y se desgarraban la piel de las pantorrillas.

Una receta de belleza recogida en el Anangaranga, famoso libro erotico hindú, recomienda a las mujeres que se pinten el rostro con ceniza procedente de piras funerarias, recogidas dentro de un craneo humano.

El vello corporal se considera tan obsceno en japón que, incluso en las revistas eróticas, el del pubis se tapa siempre con un rectángulo negro.

En la corte de Luis XV de Francia, se creó la figura del portacorbatas, un criado cuyo unico cometido era abrocharle la corbata al rey.



No hay comentarios:

Publicar un comentario