LA ENÉSIMA DECEPCIÓN

Más de ocho años después de que la marcha de Delphi dejara en cuadro a la industria gaditana, la única empresa que se ha instalado en el suelo que dejo la multinacional  de la de la automoción estadounidense también ha resultado ser una decepción. La enésima. La Guardia Civil ha imputado al gerente y al encargado de la planta de tratamiento de residuos por acumulación de 5.000 toneladas de agua con residuos peligrosos de hidrocarburos y verterlo sin autorización a la red de Puerto Real.
En caso de accidente, el vertido hubiera tenido unas graves consecuencias económicas, sociales y medioambientales, máxime al estar situado el almacenamiento en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz. Para colmo del despropósito, la Junta de Andalucía que se supone es la que debería someter a estrictos controles a dicha empresa, afirma que ha reforzado, ahora,la vigilancia en torno a la planta para "para que siga el funcionamiento de la instalación". El disparate final es que Redelsur  incluso carece de permiso necesario para trabajar. Ya nadie espera que la Junta cumpla su promesa de que al suelo de Delphi llegarían empresas potentes  que crearían miles de empleos. Lo que sí se espera del Gobierno andaluz es que cumpla con su obligación y controle que, al menos, la única que ha venido no nos envenene.