miércoles, 16 de julio de 2014

UN ALELUYA DEL TRIENIO

Durante el trienio constitucional (1820 - 1823), los liberales utilizarón todos los medios de comunicación de masas a su alcance para divulgar su pensamiento político e ideológico. Cuando he dicho todos son TODOS. Desde la oratoria hasta los artículos en una pléyade de periódicos que muchas veces se limitaban a un solo número otras lograban alcanzar una mayor continuidad de varios años. Pero hay una publicación que nos demuestra estaban dispuestos a contrarrestar los formatos de los absolutistas o serviles, por eso no desdeñaron utilizar  los medios más populares como las aleluyas y los romanceros para llegar a una población  en su mayoría iletrada. En realidad se  trataba de periodismo divulgativo de tipo popular. La aleluya es un pliego de papel impreso por una cara que contiene un conjunto de viñetas generalmente cuarenta y ocho para aprovechar todo el pliego- en cuyo pie suelen aparecer unos textos  tanto en versos como en prosa que sirven para expresar cada viñeta, cuando la historia que se cuenta, cuando la historia que se cuenta no rellena todo el pliego se utiliza un motivo complementario al que ha servido como narración principal. Una de estas aleluyas que se dedicaban a la exaltación de la Constitución de Cádiz y por tanto se convierte en un arma ideológica contra el absolutismo, se ha podido investigar por qué  se encuentra accesible en los archivos de Cádiz. Se deduce que se encuentra realizado en el trienio constitucional por los textos que describe varios episodios y personajes de esa época histórica: levantamiento de Riego y la exaltación de los héroes del mismo; Quíroga, Ballestero, Espoz y Mina, Arcoagúero y Lacy
Destaca que no existia  ninguna mención al gaditano y ministro de Hacienda Mendizabal, totalmente lógico porque alcanzaría su popularidad posteriormente . Todos ellos contemporáneos del publico oyente. El romancero que ante estaba generalizado en España, solamente se ha conservado en Cádiz, gracias al Carnaval. Se le conocía como romances de ciegos porque los invidentes lo cantaban por las calles y plazas de España. Se ayudaban de un tablero donde se contaba la historia y de un puntero para señalar el recuadro que se contaba. La época que abarca va desde la promulgación de la Pepa hasta el levantamiento de Riego. Por tanto los hechos narrados son comtemporáneos del publico que los disfruta.

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