sábado, 26 de julio de 2014

PODEMOS

Calle arriba van los sentimientos de aquellos que lucharon por una forma distinta de gobernar, de hacer política.  Calle arriba, como diría la canción, y luego caen rondando las ideas de los que se dejaron la piel en ellas. Les falta fuerza, ideología e ilusiones para verdaderamente cambiar las cosas a estos jóvenes prometedores de carrera política , que entra en los partidos como "niñitos de juventudes"  y crecen al amparo de los retrógrados de los lideres que se aposentan en sus sillones desde los inicios de la democracia. Éstos, que lo mas cerca que han estado del problema y del sufrimiento ajeno ha sido en algunas manifestaciones para limpiar su conciencia , y sobre todo para hacerse la foto y hacerse notar como futuros merecedores de asiento cómodo y Iphones pagados por todos.
Éstos repito empiezan jóvenes, pongo como ejemplo uno de Cádiz , no voy a dar su nombre para que no diga que quiero desprestigiarlo, pero buen seguro con los detalles todos podemos saber quien es. Es la viva imagen del joven acomodado u burócrata que utiliza las siglas de su partido para vivir sin preocupación, haciendo como el que trabaja y dando mas vueltas que un reloj  por la calle Ancha y alrededores con el móvil en la oreja. Es el representante digno de la vagancia política, en todos los sentidos, vagancia porque vive de medrar y utilizar las pocas influencias que tiene a cambio de prebendas establecidas, para no perder su sillón. Los demás le importa poco, ya que nunca tubo que preocuparse de no llegar a fin de mes porque desde que entro en la espiral de esa mal llamada juventudes política, ha vivido del partido o de las administraciones  en la que tiene representación. Y también es de la vagancia política porque sus ideales son tan vagos que no sabe ni cuales son.
Frente a estos tipos de políticos  jóvenes cobradores de sueldo y vividores de lo ajeno, se encuentran los que han tenidos su profesión y ejerciendo, la dejan a un lado para entrar en política para verdaderamente cambiar las cosas, y en este caso si voy a dar un nombre, Teresa Rodriguez, quye ha sido capaz, nada mas ostentar, de cumplir con la promesa electoral de donar la mayor parte de su sueldo a una asociación que ayuda a las familias en extrema necesidad. Pero ella es la critica, se le tilda de demagoga, de populista, de usar su sueldo para alcanzar el poder del pueblo. Ella es el vivo ejemplo de que la política se puede hacer de otra manera. Aquellos que han salido contra ella temen perder su emolumentos y eso sginifica una cosa. Teresa y sus compañeros están haciendo las cosas bien.

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