Tiene cuarenta años, es viuda y con cuatro hijas. Esther es una madre de Manotera en el barrio de Hortaleza de Madrid, el cinco de enero no tenia comida en su casa y entró en una gran superficie, cogió ropa y trato de salir del comercio con las ropas sin pagar para revenderla fuera. Fue retenida en las puertas del establecimiento por los guardias de seguridad y entregada a la policía. Ya ha sido condenada a la pena de cuatro meses de cárcel por robo y si no se remedia por un indulto urgente entrará en prisión el próximo viernes.
La mujer se defiende con una acusación obvia y que se nos viene todos a la mente "Que por 400 euros me vayan a meter cuatro meses en la cárcel, cuando hay gentes que se está llevando sacos de dinero de todo el mundo...Pero así va la vida".
Nada justifica ningún robo, por mínimo que sea, pero Pujol y sus hijos pasean por montes, campos, ríos, y riberas y ahí siguen. Es solo y paradigmático ejemplo porque lo que no faltan son casos de corrupción ni ejemplo de impunidad. En la petición en Change.org lo tienen claro: "Es inevitable que te venga a la cabeza los Bárcenas, las Infantas, los Gomez de la Serna, los Ratos, etc...Tan impugne. Pavoneando su desverguenza...".
Conocemos este caso-que pondrian ser miles en diferentes modalidades-el día que se publican titulares de escalofrio: "Los 20 españoles mas ricos tienen tanto como el 30% más pobre". "Según un estudio de Oxfam, el patrimonio de las grandes fortunas subió un 15% en 2015 mientras que del 99% restante cayó un 15%".
La desigualdad es el escándalo del siglo XXI. Que hasta Credit Suisse diga que el 1% con mas riqueza concentró tanta riqueza como el 80" ya es significativo de un mundo indecente absolutamente. Hay 2,3 millones de personas, dice el citado informe. Ahora les toca salir a los recalcitrantes que viven en otro mundo para decir que-como Montoro sobre el informe de Caritas- que era para solicitar mas ayuda y que no se ajustaba a la verdad.
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