ANDALUCÍA OFICIAL Y REAL

El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramirez de Arellano, comparecio hace dos meses y medio ante la comisión correspondiente del Parlamento andaluz, ante la que hizo un encendido discurso sobre su objetivo de convertir el Sistema de Ciencia, Tecnologia e Innovación  de nuestra comunidad en "el motor de desarrollo basado en el conocimiento". Según el catedrático y exrector de la Universidad Hispalense, la crisis ha evidenciado la necesidad de evolucionar hacia un modelo más sostenible, "donde el conocimiento, en forma de desarrollo científico y tecnológico, es más decisivo que nunca para garantizar un aumento del progreso económico, así como unos indices estables en términos de bienestar de la ciudadanía". Frente a este grandilocuente discurso oficial está la realidad de los 33 centros tecnológicos de la comunidad, asfixiado por los impagos de la propia Junta de Andalucía y en la que hay trabajadores que no han cobrado las ultimas nominas o se le ha suprimido tiempo a pagas extraordinarias y hasta días de vacaciones en la política, siempre negada, de recortes. El gobierno andaluz tiene tal supuesto interés  por la ciencia, la tecnología y la innovación  que hace cuatro años abandonó a su suerte su red de centros tecnológicos para que se 
"buscaran la vida" convirtiéndose en fundaciones privadas. En algunos casos ni les ha abonado todavía la financiación básica que tenia comprometida en aquel entonces. Si según el consejero, la tecnología ha de ser el motor de desarrollo d Andalucía, ese motor está gripado por falta de gasolina.