FANTASÍA DE LOS REYES MAGOS

Dos niños han venido a enseñarme lo que le echó el Papá Noel en Navidad. Les dije que eso no habían sido posible, porque aún no habían llegado los Reyes pues vendrían el día 5 de enero. Los dos a una me han dicho que eso no es verdad, que su madre dice que eso de los Reyes Magos es mentira, que son nuestros padres los que compran los regalos y nos lo pone en víspera de Reyes para hacernos ver que ya han estado en casa Gaspar, Melchor y Baltasar. Ellos ya no esperan nada porque lo recibieron en Navidad. Y me han preguntado: ¿Tú, que dices?
Y le he contestado: "En la vida tenemos dos valores para evaluar: uno es material, el que tocamos con nuestras manos, con nuestro sentido, con nuestra vista, el dinero con el que compramos las cosas, otra es la fantasía, la lírica, la belleza, las cosas que no se compra con dinero. A veces os cuento un cuento y quedáis sorprendido, porque estáis utilizando la fantasía, la belleza, la poesía las cosas que no se consiguieron con dinero.
Juan Ramón Jiménez , en su librito "Platero y yo" hablaba con su borriquillo, y el asnillo envuelto en su piel de algodón, le contestaba mirándole con sus ojazos de escarabajo negros. Y es que Juan Ramón utilizaba con su Platero la fantasía, y, a su vez, Platero le contestaba reproduciendo con sus rebuznos, con su hablar lo que sentía. Y Juan Ramón le entendía perfectamente dándole formas sensibles a su fantasía y a su lirismo.
El jesuita jerezano, Padre Luis Coloma, escribía cuentos para niños su obra "Pequeñeces", de tal manera que, por ese cuento llego a ingresar en la Real Academia Española versando su discurso. 
Le dio vida al celebre "Ratoncito Perez", el que cambia los dientes de leche por regalos. Y pensé que es una pena que los padres actuales no sean capaces de darles facultad anímica o reproducir con imágenes los acontecimientos que viven los niños. En cambio, ponenemos sus manos copias de armas de fuego, vehículos de locos y dinero.