lunes, 4 de enero de 2016

                                                       LA HIJA DE JUANA

Fue una niña como las demás, risueña y aplicada. Fue al colegio y luego al instituto. Un mal día
 se encontró con el y pensó que le quería. ahora muere destripada y rota por la canallería de creerse dueño del mundo, y el muy cobarde.
No importa que le segara la vida a puñaladas traperas o matándola a golpes de boxeador fracasado, solo su vida derrapada como los coches que no son de carreras en los bolos de secundarias.
Dejó hijos sin madres ni padre, solo de abuela llorona que inmortalizará tanto dolor colgando una foto eterna, en la pared de su saloncito.
Para siempre se quedara la hija de Juana en los venititantos, fotogramas en negativo de una vida que no fue porque el no quiso. Pasará pronto la noticia porque hubo elecciones y es mas importante velar a los debates y a las encuestas, que ponernos a pensar qué hacemos para salvar a las demás hijas de
Juana, de tanto desarrapo de madre. No escucharán hablar de ellas en ningún medio más que para hacer valer dolor de pocos pixeles al cuarto, de localidad y hecho, que la hija de Juana es invisible y se vende a bajo precio. Fue una niña risueña y aplicada, el ojo derecho de sus padres, pero llegó él 
y la segó por entero, porque le dio la gana y ni la orden de alejamiento, ni la opinión publica, ni la pena de cárcel la libraron  a ella, que no grito ni le dio tiempo de avisar a los civiles.
Otras sí, porque claman en arameo y pelean y huyen si hace falta, que la vida es muy larga para regalársela a un idiota.
Esas se salvarán para hacerse viejas, para tener nieto y otros amores, para sujetar pancartas alusivas con el nombre de la hija de Juana y lagrimas en los ojos, porque otro hijo de Caín ato las alas de una alondra.No haga caso de que niegue, porque estábamos en elecciones y esta pagina volara a la papelera y la hija de Juana esta condenada. Todas están condenada, por creer a malas sangres, por darle la espalda y que las tiren por balcones y las maten a puñaladas Todas son hijas de Juana, todas pidiendo clemencia mientras las golpean en la cara, mientras las patean, mientras les tapan la boca para que los vecinos no sepan que el que las guarda, las maltrata. Es era época de elecciones y no va en las encuestas, no sale más en portadas negras y malvas, de pancarta sentidas
, de asociaciones que pelean, de mujeres guerreras que batallan, de miles de posible Juanas esperando que su hija sea muerta por las manos que decían amarla.
Fue una niña como las demás, puede que lo siga siendo, porque voló como solo sabe hacer las alondras, mar adentro, huyendo de un marinero que quería segarle las alas para hacerse con ella un llavero.

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