sábado, 9 de noviembre de 2013

ZUM - BALE

Gareth Bale acaparo la noticia deportiva de hace unos meses sin que se torciera de risa, supongo, con el oreo de una supuesta dolencia en su columna lumbar. Apliquemos un zum técnico a esta cuestión: el medico esta sometido al secreto profesional. No debe ir diciendo por ahí lo que padece tal o cual enfermo. Es patrimonio de su intimidad, y bajo pena están obligados a guardar silencio del trato con el paciente aunque seas un hombre publico. ¿Por qué salen estas noticias en la prensa que pertenecen al secreto médico y al respeto a la intimidad de cada persona?
¿Derecho a la expresión? ¡Vale ! (Bale) ¿vale? ¿Qué pensarían los periodistas si empezamos a largar sus secretitos, sus mafias sus líos sus corrupciones? ¿Entenderían entonces que con la misma vara que mide a los demás eres medido? Bien zumbados. Pero para zumbar, he vuelto a ir al Carranza últimamente. Parecía un enjambre rabioso: zum, zum. Se nota el trímilenario del cadista medio, si bien venido a menos porque en vez de sabiduría ondea sabiondez de unos aficionados (más que aficionados) que dejan el asiento en la grada sus hieles mas amargas y sus témpanos mas fríos contra el equipo. Un Carranza que se llama Nuevos para viejos cadistas no renovado, a excepción de los Brigadas Amarillas, y que merodean el epíteto de chuflas.
Dicen que la hinchada cadista tiene un rancio abolengo, lo entiendo, sobre todo por lo de rancio. Rancio edematoso.
Ya empezaban a decir de Bale que dónde están los cien millones...zum, zum.
Un curso se evalúa al final al final, no a la mitad del proceso. La nota definitiva de un alumno es en junio, no noviembre. Proyecto ilusionante que se atisba truncado por una prensa que zumba.
Bale le zumba bien al balón, como Cristiano. Ya se le conoce como Zum-Bale. Es la mejor manera de frenar el cruel poder de la prensa. Prensa no critica sino criticona. Que trata de medrar. ZÚMBALE.

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