EL EFECTO DE LA PRIVATIZACION

La industria gaditana sigue tratando de sobrevivir como puede a la crisis. Sin embargo, las excelentes noticias que brinda la carga de trabajo de Dragado y Airbus, así como la resfrescante novedad de Carbures, quedan lastrada por la mala situación del principal pulmón industrial de la Bahía , Navantia. Los Astilleros de Puerto Real, Cádiz y  San Fernando están en la cuerda floja y 2.014 se presenta extremadamente complicado para los centros de la Bahía. Sin carga de trabajo. Navantia afronta 2.014 bajo la sombra de la reconversión. La segunda fase de la construcción de los prometidos Buques de Acción Marítima que el PSOE dejo firmado antes de abandonar el poder, pero a los que no dotó de consignación económica, se ha convertido en una patata caliente para el PP gaditano, que se debate entre el discurso  de apoyo a los trabajadores en Cádiz y la disciplina de voto en Madrid, donde el Gobierno tiene claro que no va a impulsar esta construcción. Para colmo de males, la puntilla ha venido en forma de la evaporación de un importantísimo  contrato que iba a garantizar cargas de trabajo e ingresar la cantidad de 600 millones a la maltrechas arcas de la empresa publica española.
Los cuatros buques gaseros que necesita Gas Natural y Repsol no se fabricara en España y si en Corea y Japón. De aquello lodos vinieron esos barros. Y es que duele recordar que desde no hace mucho Repsol y Gas Natural eran empresas publicas. Es el efecto de la privatización.