jueves, 14 de noviembre de 2013

Por una euforia contenida

Emilio Botín dueño del Banco Santander, abrió la veda hace unas semanas cuando anunció aquello de "viene dinero para todos" como quien coloca su bandera en la cima de la montaña conquistada. Fue el primero en reconocer públicamente signo de recuperación económica en nuestro país. Posteriormente llegaron las inversiones de Bill Gates en España, interpretada asimismo como la avanzadilla de inminente oleada de inversores extranjeros dispuesto a dejar su dinero en nuestro país. Y esta semana esta semana ha sido el presidente de Telefónica y del Consejo Empresarial para la Competitividad, Cesar Alierta, quien ha dado por cerrada la etapa de recesión y la crisis económica. Su frase textual fue la siguiente: "La crisis ha acabado claramente en España y esta entrando dinero por la gente que ve que es un país de oportunidades". Alienta también parece haber coronado la misma cima que Botín mientras de fondo resuena los aplausos de los miembros del Gobierno, contagiado de una euforia que, por ahora, solo puede entenderse desde los parámetros macroeconómicos. Como exponía ayer el presidente de la CEOE, Juan Rosell, no puede hablarse del fin de la crisis hasta que comience a crearse empleo de verdad, que servirá a su vez para reactivar el consumo y devolver parte del oxigeno perdido a una sociedad a la que por ahora no le vale con escuchar el eco de satisfacción que se pronuncia desde las cimas de nuestra economía.

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