sábado, 16 de noviembre de 2013

REVOLUCIÓN DE SOFÁ

Últimamente tenemos facilidad total para hacer publica nuestra opinión, las redes sociales han facilitado mucho que nos fagocitemos y que expresemos nuestra indignación, utilizando además todas las armas arrojadizas y dialéctica posible al alcance de nuestras teclas. Lo curioso, es que se supone que la red social es un reflejo de lo que ocurre en la vida real, y por mas que miro a mi alrededor, yo no veo hacer lo que muchos propugnan a los cuatro vientos virtuales en los vientos reales de la ciudad. Cada día le presto un rato de mi tiempo a navegar por esas redes sociales leyendo propuestas, quejas y llamamientos que a lo sumo aglutina a treinta o cuarenta personas reales en las calles.
Sin ir mas lejos, me comentaba un amigo, que el otro día había una protesta bajo el lema "abraza a tu ayuntamiento" convocada por partidos políticos y varias entidades y colectivo y que no llegaron a ir mas de 40 personas a tal acto de protesta. Habría que analizar también en este caso, la credibilidad de estos partidos convocantes.
La critica se generaliza por la red, se extiende a todos los rincones de las casas, pero eso es todo. Hacemos una revolución casera de sofá quedándonos a gusto y muy panchos tras soltar una parrafada que nos satisfaga nuestro ego y si encima de tus amigos te "retwittean" o le da "al me gusta" ya somos mas que felices diciéndonos a nosotros mismo: "que de gente piensa igual que yo..." y así vamos criticando el caso Bárcenas, al juez que no declara culpables en el Prestige, a la Infanta Cristina, a Teófila por votar en contra de los BAM, en rin que nos quejamos de todo, y a todo le sacamos punta, eso sí, desde casa que no esta la cosa para salir a la calle. Claro, entonces, uno un día dice: "voy a hacer algo de lo que tanto digo" y sale a la calle y se da cuenta que todo ese apoyo, esas masas virtuales, esa gente indignada que se declara abiertamente su malestar, pasa por su lado y ni siquiera le presta atención, porque seguramente anda con la cabeza agachada escribiendo a través del móvil cualquier critica y apoyo que aparece en la red social de turno. Mientras tanto, los que manipulan nuestro futuro, a sus anchas, haciendo y deshaciendo y tomando decisiones que a ellos no le afecta, siguen actuando tranquilamente porque la ciudadanía tiene un juguete hecho a su medida "la red social", en la que pueden explayarse y desahogarse y además sin ensuciar las calles. Todo un invento que es positivo para muchas cosas, pero negativo para demostrar que no nos gusta lo que están haciendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario