sábado, 13 de mayo de 2017

                                                EL CAMPO DE GIBRALTAR TRAS LA
                                                             CUMBRE DE LA UE

La cumbre de la UE ratificó el pasado sábado el principio de acuerdo alcanzado a mediados de la semana pasada en torno al proceso de negociación que se seguirá con el Reino Unido para su salida
de la Unión . La resolución aprobada prevé que la situación de Gibraltar quede al margen de un futurible pacto o, caso contrario, bajo la aprobación de España, que podrá ejercer su derecho de veto si sus intereses respecto a la Colonia se ven perjudicados. En contra del criterio mantenido por el gobierno de Theresa May, los restantes socios de la UE rompieron en Bruselas su proverbial  neutralidad  sobre el estatus de la Roca y respaldaron de manera firme la postura de la diplomacia española, evitando la posibilidad de que Gibraltar siga beneficiándose del acceso a los mercados europeos al tiempo que ejerce una competencia desleal impositiva y con dudas más que justificada sobre transparencia en materias fiscal sin libre circulación de trabajadores -principal argumento de los defensores del Brexit- no habrá tampoco libertad de movimiento de capitales, mercancías y servicios.
La situación que se abre es compleja, especialmente para el Campo de Gibraltar. España debe manejarse ahora con tiento  para hacer compatible sus históricas demanda de soberanía  sobre el Peñón con los intereses de los miles de personas, españolas en su inmensa mayoría, que cruzan a diario al otro lado de la verja para trabajar. "En el modelo de negociación del Brexit, si le va bien a Gibraltar nos irá bien a nosotros" había afirmado el domingo pasado domingo en una entrevista alcalde La Linea, Juan Franco (la linea 100x100). Sus palabras dejan en evidencia una triste realidad, la dependencia económica que buena parte de la comarca tiene del Peñón situación  derivada en gran medida de la marginación  que este del sur al sur sufre en materias de inversiones publicas (reflejada, por ejemplo, en el permanente letargo de la conexión ferroviaria Algecira-Bobadilla) y de la ausencia de planes de empleo y sociales específicos que ayuden a sacar de la marginación a una comarca muy castigada por el paro. Que Juan Franco encomiende el porvenir de su ciudad al de sus vecinos yanitos dice mucho de lo ocurrido hasta ahora y de la confianza que despierta en la Linea y en muchos otros puntos del Campo de Gibraltar las promesas de este y de anteriores gobiernos de España. ¿Qué fue, por ejemplo, del estatuto fiscal anunciado hace meses y que iba a aprobarse con o sin Brexit ? A los hechos nos remitimos.


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