CÓCTELES Y PACTOS MÓLOTOV

La terrible fotografía de dos agentes de la policía francesa envuelto en llamas tras ser alcanzado por los cócteles Mólotov lanzado por los manifestantes antisistema de extrema izquierda -entre sus filas menudeaban la bandera roja con la oz y el martillo o el Che Guevara- representa la creciente violencia radical que contra todo pronostico, no deja de crecer sobre el mismo suelo europeo que se creyó libre de tentaciones totalitarias de Extrema Izquierda y Extrema Derecha tras las trumáticas experiencias del comunismo (1917-1991), el fascismo (1922-1945) y el nacionalismo (1933-1945), con sus ramificaciones comunista en toda Centroeuropa (1932-1990), y fascista en Portugal (1932- 1968) o España (1939-1975). Parece que por duras que sean las lecciones de la historia en todo aprende de ella y hoy, en 2017, hay quien habla de la democracia con el mismo desprecio conque lo hacia los comunistas, los fascistas y los nacionalistas entre los años 20 y 40, considerándose representante legitimo y único del pueblo frente a la corrupta "casta" política; hay quien vota a los partidos que con mayor o menor disimulo representan estas ideologías; y hay quien opta por la violencia -llegando al extremo intentar quemar vivo a los policías como sucedió  en París el pasado uno de mayo para lograr sus objetivos.

Las confluencias entre Podemos y Mélenchon,y entre este (y muchos de sus votantes) y Le Pen no son casuales. "Le Pen seduce a la extrema izquierda más combativa" se titulaba nuestro editorial "Especialmente imperdonable resulta la colaboración (con la extrema derecha) de la izquierda radical de Melenchon; su irritante ambigúedad  ha sido el ultimo y clamoroso espaldarazo a la ultraderecha" se escribía el mismo día en el editorial de El País.
Ya que los polícías fueron abrazados con cócteles Mólotov conviene recordar que estos deben su nombre al ministro de Asuntos Exteriores de Stalin que también dio nombre al pacto Mólotov-Ribbentrop, elacuerdo entre Stalin yHitler que permitio a los nazi invadir toda la Europa continental entre 1939 y 1941. Aquel acuerdo entre monstruo que representaba ideología monstruosa que representaba no fue casual, Guardadas las debidas distancias, porque afortunadamente no estamos en los años 30, que Mélenchon y sus votantes refuercen con su abstención o su voto a Le Pen tampoco es casual.