sábado, 20 de mayo de 2017

PRIMARIAS DE PSOE

  • Compartir
  • Compartido 47 veces


Suana Díaz y Pedro Sánchez se dieron cita en Sevilla por separado
Suana Díaz y Pedro Sánchez se dieron cita en Sevilla por separado - AGENCIAS
STELLA BENOT Sevilla - Actualizado: Guardado en: Andalucía

La diferencia entre los dos candidatos socialistas parece tan pequeña que tanto Susana Díaz como Pedro Sánchez confiaron sus últimas posibilidades al golpe de efecto que ayer trataron de dar ambos nada menos que en Sevilla. Para la lideresa era imprescindible apabullar porque no sólo se trataba de su tierra sino también de la federación andaluza, de la que ella es la secretaria general. Pedro Sánchez quería demostrar que no tenía miedo a enfrentarse directamente nada menos que con Susana, con el aparato y la poderosa organización que dirige.
Por eso la puesta en escena de ambos fue cuidada hasta el extremo. Susana Díaz se presentó en un mitin perfectamente organizado, con gradas para todos (y eso que había cinco mil personas) y un escenario en el centro de un cuadrilátero. Rodeada de los secretarios generales de las ocho provincias andaluzas, de todo su Gobierno, de numerosos cargos y cuadros, de Alfonso Guerra (quien fue a apoyar pero no quiso hablar)... y de militantes con sus banderas y gorros de paja que la organización repartió porque la temperatura fue superior a los 30 grados. Una imagen moderna y perfectamente organizada.
El mitin de Pedro Sánchez, sin embargo, parecía de otra época. Tal vez de aquellos años 80 en los que el PSOEera «el cambio»: un escenario mucho más rústico, con unas mil sillas de plastico que tenían los nombres de sus destinatarios pegados con un folio escrito a mano, y con una banda de rock que amenizaba la espera de los militantes más valientes que llegaron a su hora soportando el sol de frente. Cuando empezó, unas dos mil quinientas personas se agolpaban en las zonas dispuestas y en los muretes del Paseo de Colón para ver y escuchar a Pedro Sánchez.

Los mensajes fueron los mismos que han venido repitiendo ambos candidatos en la campaña electoral. Susana Díaz dijo «Vamos a levantar el PSOE para volver a levantar este país», mientras que Sánchez recordaba que los militantes tienen el domingo «el destino del PSOE en sus manos porque no sólo estamos definiendo quien es el líder, sino también el rumbo que va a tener la izquierda de España durante los próximos años y nosotros queremos sacar al PSOE de la deriva y ponerlo rumbo a la Moncloa». Eso sí, no dejó de apelar al PSOE andaluz, al que reconoció su papel «histórico y de cambio».

Dos estilos

El público era diferente en ambos lugares. Los que fueron a acompañar a Susana Díaz, más sosegados, tranquilos aunque le aplaudieron y dieron vítores como correspondíaLos de Pedro Sánchez todo lo contrario, muy ilusionados, entusiasmados y con mucho más ambiente. La secretaria general de una agrupación local de Sevilla comentaba a ABC que habían sido los propios militantes los que se habían puesto en contacto con ella para poder asistir. «La gente tiene muchas ganas». La serenidad de los susanistas pasaba por su confianza en la victoria. El secretario general de Triana, la agrupación de la lideresa, Joaquín Díaz, aseguraba «vamos a ganar seguro».
Sin embargo los respectivos líderes compensaban estas deficiencias. Susana Díaz estaba entusiasmada, sonriendo, elevando el tono, con muchas ganas. Pedro Sánchez, por su parte, estuvo mucho más frío, dando la sensación de cansancio (tal vez lo fuese ya que lleva nueve meses en la carretera) y sin conectar del todo con un público entregado que le gastaba bromas, le gritaba «¡guapo!» y lo animaba a decir «¡Sí es sí!».
La alcaldesa de París, la invitada estrella de Pedro Sánchez, sí que estaba ilusionada. Anne Hidalgo logró las risas del público y aplausos con su deje andaluz entre el acento francés. Por cierto que sus padres estaban entre el público asistente.

Los símbolos

La dicotomía entre ambos se notaba hasta en las banderas que blandían los militantes. Entre las gradas susanistas había una en la que estaban las de todas las comunidades autónomas y la del orgullo gay. Entre los partidarios de Pedro, una bandera republicana (eso sí con el símbolo constitucional en el centro) ondeaba cada vez que había oportunidad. Los de Susana, tenían banderas del PSOE de color rojo; los de Pedro, algunas rojas y otras verdes, como las que usa el partido en Andalucía. Y la música. Díaz optó por la sintonía oficial del partido; Sánchez por la canción «Color esperanza» de Diego Torres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario