LA MANIFESTECIÓN

Hace unos días me cascaron una multa al conducir por las Cuestas de las Calesas (delaníito de la Patrona, Dios me coja confesado) a la velocidad de 43 kms por hora.
Una multa te duele como una banderilla, como una inyección intramuscular, como una tarjeta roja, como una derrota en casa, como no poder dar de comer a sus hijos.
Pero mas te duele cuando te llega la multa y te planteas si ha sido por conducir lento o por no rendir pleitesias al alcalde cuando pasabas por delante del Ayuntamiento. 43kph. Cien euraso de multa.
Más adelante en el camino junto a un semáforo puedo leer un cartelíto que dice "PEATÓN" asegúrese para cruzar que esta en verde.
Caray, para mi que había que asegurarse de que no pasasen coches, y ahora resulta que eso da igual, que hay que asegurarse de la luz verde del semáforo.
Lo digital por encima de lo analógico. Si llegas a urgencias del hospital por haber sido atropellado, puede asegurar que la luz de tu semáforo estaba verde, como el pijama de los médicos, como la esperanza intacta.
Mas adelante en el camino me encuentro a todas las limpiadoras del Hospital Puerta del Mar cortando el trafico en la Avenida. ¿Qué piden? Mejores sueldos, mejores condiciones?
Parecía el tipo de una chirigota ¡iva la pepi! O mejor las playeras de la Caleta (Ahora si que se estas bien aquí) pero sin tangas. El Selu trataba antes las escenas de inspirarse para un cuplesito.
O un pasodoble lacrimógeno. Una viejita en la acera las miraba embobada y exclamaba: se creerán que son las únicas que sufren recortes...Por recortar yo no tengo ni pelo.
Más adelante en el camino puede ver a un hombre pidiendo dinero en una acera.
Portaba un cartel que decía lo siguiente: Los sietes pecados sociales son riqueza sin trabajo, placer sin conciencia, conocimiento sin carácter, comercio sin moral, ciencia sin humanidad, alabanza sin sacrificio y política sin principios.
Más adelante en el camino llegué a casa y procuré llevar todo el amor del mundo, ese que no vi afuera.